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Marruecos está lleno de rincones impresionantes, ciudades desconocidas, playas infinitas, las montañas nevadas del Atlas y una infinidad de tradiciones, leyendas o mitos secretos por descubrir. Si quieres descubrir el país sigue leyendo y vete preparando para escaparte a nuestro país vecino.

1. Mezquita Hassan II de Casablanca: el edificio religioso más alto del mundo

Levantada por orden del rey Hassan II, frente al océano Atlántico, en los años 90 del siglo pasado, la Mezquita Hassan II de Casablanca, se construyó en sólo seis años. Actualmente es el edificio religioso más alto del mundo gracias a su minarete de 210 metros de altura y el segundo templo más grande del mundo después de la Meca, además del monumento más visitado de la ciudad de Casablanca. Un icono de la ciudad marroquí que no puedes perderte y que refleja perfectamente el arte árabe-musulmán con madera tallada, celosías, azulejos, mosaicos y frescos….

Si ya por fuera es espectacular, la grandeza de esta mezquita se ve en el interior; en su sala de oraciones, con capacidad para más de veinte mil personas, con dos entresuelos elevados reservados para las mujeres y 78 pilares que sostienen un techo de madera de cedro con un sistema de apertura para abrirse en verano y así contemplar el cielo desde el interior. En La zona de abluciones, donde impresiona sus 41 fuentes de mármol y paredes de estuco o en las lujosas estancias reales con los baños turcos y el hammam.

La Mezquita Hassan II es uno de los pocos templos musulmanes abiertos a los turistas, de hecho, es considerado como una edificación símbolo del intercambio de culturas gracias a estar abierta a todo tipo de público.

Mezquita de Hassan II de Casablanca

Mezquita Hassan II, Casablanca ®ONMT-HOPE PRODUCTIONS

2. El origen de las casas azules de Chaouen

En el norte de Marruecos, en las bonitas montañas del Rif, se esconde una pequeña ciudad de calles estrechas y casas pintadas de azul y blanco. La ciudad más azul del mundo la denominan. Y no se sabe muy bien porqué está pintada así. Muchos dicen que, los refugiados judíos que llegaron en 1930, las pintaron de este color vibrante para recordar el azul de su cielo y que esta tradición se fue mantenido por la creencia de que los mosquitos se alejan de este color. Lo que, si sabemos, con certeza, es que ahora ya es un símbolo de la ciudad que atrae a muchísimos turistas, incluidos a nosotros. Y que ese color añil le da un toque tan mágico a la bonita ciudad de Chaouen que te dejará sin palabras.

Chefchaouen visto desde el aire, en Marruecos

Chefchaouen ®ONMT-HOPE PRODUCTIONS

3. La universidad más antigua del mundo está en Fez: La universidad de Al Qarawiyyin

¿Sabías que en Marruecos se encuentra la universidad más antigua del mundo? En el año 859, Fatima Al-Fihri Al-Quraysh fundó la universidad de Qarawaiyyin en el corazón de la medina de la ciudad de Fez, considerada por la Unesco la institución educacional más antigua del mundo aún en funcionamiento. Éste es uno de los centros de aprendizaje islámico más importantes de Marruecos y uno de los mayores complejos arquitectónicos de Fez, con una biblioteca con más de 20.000 volúmenes escritos a mano fechados en la Edad Media y una mezquita que tras modificaciones sigue siendo tan bella como la proyectaron hace siglos.

Vista desde el aire de la Universidad Al Qarawiyyin de Fez, Marruecos.

Al Qarawiyyin, Fez ®ONMT

4. Marruecos es un paraíso para practicar el surf durante todo el año

¿Buscas destino para practicar deportes acuáticos? Marruecos puede ser tu próxima escapada. Con más de 3.500 km bañados por el mar -desde la frontera con Argelia, en el Mediterráneo, hasta el Sahara con su océano Atlántico- y un sol radiante, nuestros vecinos garantizan la práctica del surf todos los meses del año. Aunque desde septiembre hasta abril, las playas están en las mejores condiciones para la práctica del surf gracias a sus marejadas de invierno.

Si quieres elegir alguna de las mejores playas, fíjate en la costa atlántica marroquí de Mehdia, Safi, Taghazout o Dakhla, son las más recomendadas ya que hay muchos servicios disponibles para este deporte como tiendas de materiales y alquiler y expertos surfistas de todo el mundo vienen a surcar sus olas regularmente.

Si eres principiante en este deporte acuático, tu lugar es la encantadora ciudad de Essaouira, aquí además de bastantes competiciones internacionales, puedes apuntarte a alguna de sus escuelas de surf y tomar las primeras lecciones de surf.

Persona haciendo Kite-Surf en Marruecos

Dajla ©ONMT

5. Y aunque te parezca increíble, en Marruecos se esquía: En plenas montañas del Atlas, en la estación de Oukaïmeden

La cordillera del Atlas se está convirtiendo en una de las escapadas preferidas para los que buscan un destino de invierno exótico, una aventura blanca difícil de olvidar y muy poco conocida. ¿Y es que habías pensado alguna vez que en Marruecos se esquía?

Puedes elegir entre tres estaciones de las montañas del Atlas: dos en el Atlas Medio, Michlifen y Jbel Hbri, y la más conocida, a 90 minutos en coche de Marrakech, la de Oukaïmeden, muy frecuentada por los locales en sus pocos días de apertura –apenas suman 90 entre enero y marzo–. La estación se encuentra a 2.620 m de altitud.

Estación de Ski Michlifen, Marruecos

Michlifen ®ONMT

6. Descubrirás lugares tan impresionantes como la kasbah de Ait Ben Haddou o el palmeral de Skoura

Marruecos es un lugar increíble para viajar. El paisaje, los olores, los colores, las vestimentas, la comida e incluso las tradiciones, nos advierten que hemos llegado a un paraíso con mucho por descubrir. Y no sólo en sus grandes ciudades como Marrakech, Casablanca o Rabat hay tesoros para ver. Ait Ben Haddou, a menos de 4 horas en coche desde Marrakech, es uno de esos lugares impresionantes que no debes perderte. Una ciudad fortificada hecha de adobe en la provincia de Ouarzazate que forma parte del Patrimonio de la Humanidad y que ha sido escenario de muchas películas como Lawrence de Arabia, la Joya del Nilo, Jesús de Nazareth, Gladiator y algunas escenas de la conocida serie Juego de TronosA unos 40 kilometros de Ouarzazate encontramos otra joya que no puedes perderte en tu visita a Marruecos, el palmeral de Skoura. Está situado en la región de Sus-Masa-Draa, y es un impresionante oasis en medio de los áridos terrenos del desierto donde 700.000 palmeras y olivos dan un toque vibrante y muy verde al lugar.

Vista panorámica de la ciudad de Ait Ben Haddou, Marruecos

Ait Ben Haddou ©ONMT

7. Aventura en las Dunas Erg Chebbi

Erg Chebbi, entre Hassi Labiad y Merzouga, son las dunas más espectaculares de Marruecos, con una longitud aproximada de 22 km, de norte a sur y 5 km de ancho, y elevaciones de hasta 150 metros de altura. Éste es el hogar de la mayoría de los pastores nómadas que encontramos en el país y que viven bajo las duras condiciones del desierto. ¿Te atreves a adentrarte en él? Existe la posibilidad de hacer excursiones en camello, vehículos 4×4 o quad, sandboarding o disfrutar de un tratamiento de baños de arena para curar el reumatismo o la sinusitis. ¡En el desierto de Marruecos no te aburrirás!

Dunas de Marruecos

Dunas ©ONMT-HOPE PRODUCTIONS

8. ¡Regatea! negociar el precio de lo que compres es algo tradicional de la cultura árabe.

Una de las cosas que no puedes dejar de hacer en Marruecos es comprar todo tipo de cachivaches en los zocos de las grandes ciudades. Te advertimos, ¡deja hueco en tu maleta! Además de llevarte el objeto buscado, es imprescindible regatear el precio. Una tradición -e incluso un arte- que se ve en todos los países árabes. Y para ello nada mejor que el sentido común, ver de antemano el precio de mercado dando una vuelta por las tiendas, sonreír y no enfadarse si al final no se llega a acuerdo.

Venta en la calle de platos de barro y tajines típicos de Marruecos.

9. El secreto de un buen cuscús reside en…

Marruecos es un país vibrante hasta en su gastronomía. Todos sus platos están llenos de exotismo y están basados en la tradición y la familia; la hora de comer en Marruecos es una experiencia única que no olvidarás. Nosotros aún recordamos la hora del desayuno en el Riad en el que estábamos alojados y todos los platos que nos comimos. Y es que éste es el mejor consejo: Prueba todos los platos y dulces que puedas.

Una comida marroquí suele comenzar por una ensalada caliente o fría, llamada Zaaluk. Seguirse con el plato principal que es normalmente tajine, cuscús o pastilla. Y terminar siempre con un vaso de té de menta. ¿Y cuál es el secreto de un buen cuscús? Deja que te lo cuenten los locales.

Tajín, comida de Marruecos

Tajín ©ONMT

10. Y beberás mucho té, la bebida nacional de Marruecos

Cuenta la leyenda que fue la Reina Victoria de Inglaterra quien introdujo el té en Marruecos, en las clases altas marroquíes del siglo XIX, y todo con un objetivo: vender vajillas británicas. Mito o realidad, actualmente, la cultura del té está tan arraigada en la tradición marroquí que son el primer país importador de esta infusión. Y el más consumido es el té verde.

No hay hora para tomar un té en Marruecos. Seguramente te lo ofrezcan a todas horas ya que es símbolo de hospitalidad y cortesía. Una invitación que no debes rechazar.

Tetera de plata sobre mesa, Marruecos

11. ¡Regresarás! Por los lugares increíbles, la comida… y sobre todo por la hospitalidad de los marroquíes.

Ya te hemos comentado los lugares tan impresionantes que tiene Marruecos; las aventuras y deportes que puedes hacer; su rica comida y bebida, o que debes comprar y regatear… y seguro que tú ya tienes muchas ideas preconcebidas de nuestro país vecino. Pero la mejor forma de conocerlo es viajando hasta allí y descubrirlo de primera mano. Marruecos es un país para vivirlo con los cinco sentidos. Y te llevarás una sorpresa con la hospitalidad de los marroquíes, no importa si hablas árabe, francés o español, trataran de entenderte y agradarte. ¿Y sabes qué es lo mejor? Que siempre hay una nueva razón para hacer un viaje a Marruecos.

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