El flamenco, las fiestas, las tapas y las cervezas. Sus olores y colores. Su catedral con La Giralda, la Torre del Oro y todos los monumentos de origen mudéjar. Seguro que ya tienes en la cabeza una idea preconcebida de lo que esperar de esta ciudad. Prepara tu escapada a Sevilla, pero te advertimos de que esta urbe te va a sorprender. Es una ciudad moderna muy unida a su tradición. Y para que no te pierdas nada (de lo importante) y descubras algún que otro rincón especial, hemos preparado esta ruta de imprescindibles que ver en Sevilla.
En Sevilla se esconde la catedral gótica más grande del cristianismo y una de las más bonitas de Europa. Construida sobre una mezquita almohade está llena de elementos de otros estilos posteriores como mudéjar, gótico, renacenista e incluso barroco, que se puede ver en muchos de sus detalles. En la visita a la impresionante catedral sevillana podrás visitar las tumbas de personajes históricos como Cristóbal Colón, Alfonso X el Sabio, Fernando III El Santo o Pedro I El Cruel. No te olvides de visitar su famoso Patio de los Naranjos al que se accede por la Puerta del Perdón, ambos de época musulmana.
La Giralda, con sus más de 104 metros de altura, fue durante varios siglos la torre más alta de toda Europa –en Sevilla lo siguió siendo hasta que se construyó la Torre Pelli en 2007–. Así se consolidó como el monumento más emblemático de la ciudad hispalense. Tan conocido es el mundo, que hay replicas en Nueva York, Kansas City o Badajoz y hermanas gemelas en Marrakech y Rabat. Está coronada por el Giraldillo, del que hay una copia en la Puerta del Príncipe de la Catedral.
Subir sus 35 rampas merece la pena por las vistas de la ciudad histórica desde su campanario con 24 campanas cada una con su nombre. Tampoco olvides visitar los alrededores de La Giralda por la noche, una de las estampas más bonitas de Sevilla.
Jardines.
Patrimonio de la Humanidad junto a la Catedral de Sevilla desde 1987, escenario de Juego de tronos y el palacio real en activo más antiguo de Europa. No puedes dejar de visitar este monumento sevillano asentado sobre ruinas romanas con preciosos jardines, como el Patio de las Doncellas, y estancias llenas arte como la Sala de los Azulejos o la Sala de la Justicia (o de los Consejos) con un espectacular techo mudéjar de madera. Aquí podrás ver también exposiciones sobre la cultura árabe y por las noches hay conciertos con un ambiente muy íntimo y romántico.
En Sevilla se esconde el barrio judío más grande nuestro país, recogidas calles que se esconden entre los actuales barrios de Santa Cruz, San Bartolomé y San Nicolás. Acércate hasta la Iglesia de Santa María la Blanca, antes sinagoga (y mezquita), donde notarás la gran influencia en su interior. Visita la Plaza de Santa Cruz –donde se ubicaba una gran Sinagoga– y el Calvario de la calle Cruces –un monumento con tres cruces–.
Muy cerca de la judería, en la antigua Real Fábrica de Tabacos, trabajaba la famosa Cigarrera, Carmen, protagonista de la famosa opera de Bizet: Carmen.
El Archivo General de Indias de Sevilla es el recuerdo del glorioso pasado de Sevilla como puerta del comercio con las Indias y hoy se puede ver aquí toda la documentación de la presencia española en América –más de 40.000 volúmenes en forma de diario de viajes– gracias al rey Carlos III que lo mandó construir. En la visita conocerás la historia de grandes exploradores como Cristóbal Colón, Hernán Cortes o Francisco Pizarro. Y también podrás ver la exposición que hay actualmente sobre el pintor Murillo.
La mejor imagen de la Torre del Oro, situada en el margen izquierdo del río Guadalquivir, y justo al lado de la famosa plaza de toros de la Maestranza, te la llevarás desde el río Guadalquivir por el que puedes hacer un pequeño crucero y descubrir la ciudad desde su curso. Dentro de la torre defensiva se esconde el museo naval de la ciudad.
Si Madrid tiene el Retiro, Sevilla no podía ser menos y tiene El Parque de Maria Luisa. Un vergel en mitad de la ciudad que es el lugar favorito de los runners sevillanos y de las familias durante el fin de semana. En sus terrenos –que en tiempos remotos formaron parte del Palacio de San Telmo– se esconde una de las plazas más conocidas del país, la Plaza de España, escenario de la película Star Wars II: El ataque de los clones y uno de los puntos más fotografiados de la ciudad. En la Plaza de España puedes visitar su enorme pabellón que recorre nuestro país provincia a provincia a través de sus azulejos y bustos de personajes históricos españoles y montarte en sus barquitas y surcar el lago artificial.
Cuna con arte; de este barrio tan sevillano han salido artistas como Marujita Díaz, Paquita Rico, Marifé de Triana, María Jiménez, la Pantoja, Los Morancos, Paz Vega, o el bailaor Antonio Canales. Uno de los barrios con más solera y carisma que existen. Dicen que es una ciudad en sí misma. Marinera gracias al Guadalquivir, aquí se formaron los marineros que descubrieron América, los que lograron dar la primera vuelta al mundo.
Entra al barrio por su conocido puente, el Puente de Isabel II, más conocido como el de Triana –el puente de hierro más antiguo conservado en España–-. Desde aquí, las vistas del río, la calle Betis y los tejados de Sevilla con la Giralda de fondo al otro, son increíbles sobre todo al atardecer. Visita la capilla en honor a la Virgen del Carmen, su Mercado de Abastos, el Castillo de San Jorge, o el Callejón de la Inquisición y termina tomándote una cerveza en la bulliciosa calle San Jacinto.
Tras tu paseo por Triana, te habrá entrado el gusanillo de descubrir el verdadero arte de la ciudad hispalense. Para ello nada mejor que visitar el Museo de Baile Flamenco –en el barrio de Santa Cruz, justo a unos pasos de la Plaza de la Alfalfa– y ver una actuación de flamenco a las órdenes de la conocida bailaora Cristina Hoyos en su patio. Aquí, descubrirás todos los secretos de la danza flamenca.
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Con nombre de mujer, Soho Benita es la zona más moderna y vanguardista de la ciudad, llena de talleres de diseño y galerías de arte. Aquí se esconden 20 comercios en sólo 10 calles, alrededor de las famosas setas de Sevilla, que reivindican la tradición desde la modernidad.
Un buen plan es visitar Un gato en la bicicleta, una librería que ahora también es café, tomarte una buena taza y coger energía para descubrir esta Sevilla diferente y moderna.
No te vayas de Sevilla sin probar el vino de naranja (un vino dulce macerado con la cáscara de naranja); un merengue de la famosa confitería La Campana y los dulces de los conventos sevillanos que podrás encontrar en la tienda El Torno. Las tapas de Ovejas Negras o Mamarracha –los restaurantes de moda– o de El Rinconcillo y Casa Morales – los clásicos–. Una copa en el Bar Americano del hotel Alfonso XIII, otro clásico visitado por grandes como Orson Welles, Winston Churchill, Ingrid Bergman o Hemingway. Y una caña de Cruzcampo –¡sabe diferente! – en cualquier local que te encuentres por las calles del Barrio de Santa Cruz.
En general, no te vayas de Andalucía (ni de ningún lugar del mundo) sin probar la gastronomía local. De esta rica tierra te trajimos una experiencia gastro, 12 horas (comiendo) en Sanlúcar de Barrameda, donde muchos antiguos conventos se han reconvertido en bodegas.