Conocida como la Isla Bonita por su exuberante e indomesticable belleza, La Palma es uno de los lugares con más encanto y posibilidades que encontrarás en las Islas Canarias. Un espacio de reducidas dimensiones, pero repleto de actividades y parajes singulares. Una naturaleza que no descansa ni siquiera por la noche, donde puedes disfrutar de un cielo estrellado único.
Gigantescos volcanes, profundos e impresionantes barrancos, playas salvajes, cascadas increíbles y pueblos coloniales reciben a todo el que quiera descubrir las posibilidades de esta maravillosa isla. Desde Destinia te ofrecemos siete planes que no te van a dejar indiferente y la mejor manera de conocer y admirar La Palma es perdiéndose por sus rutas de senderismo. Ten preparada la cámara de tu móvil porque es probable que no vuelvas a tener opción de fotografiar paisajes tan increíbles:
Uno de los recorridos que no puedes perderte es el del bosque de los Tilos, repleto de diferentes especies arbóreas y en el que abunda la laurisilva autóctona del archipiélago. Verde, verde y más verde gracias a helechos gigantes, brezos, laureles, madroños o los tilos que dan nombre al parque. Dentro del bosque tienes un centro de interpretación permanente y rutas diferentes, que implican más o menos tiempo. Este paraje natural se sitúa en el municipio de San Andrés y Sauces.
Otra de las características más llamativas de la isla es la impresionante calidad de su cielo nocturno. Si vives en una gran ciudad te sorprenderán los cientos de estrellas que desde La Palma puedes divisar. Un ambiente singular, que además se encuentra en un terreno volcánico a una altitud de 2.396 metros. Tanto el atardecer como el amanecer, cuando las nubes aún se encuentran por debajo, son dos de los momentos perfectos para visitarlo. La Isla cuenta con una amplia red de senderos y miradores astronómicos que te regalarán una experiencia inolvidable observando las estrellas de la mano de empresas especializadas que te explicarán los astros y el universo.
Paraíso de senderistas y amantes de la naturaleza, La Palma cuenta con cientos de posibilidades si hablamos de vivir una experiencia plena. Pero si por algo es conocido Taburiente es por su caldera, una enorme depresión en la roca de más de 8 kilómetros de diámetro. Este accidente geológico, producido a partir de un cráter volcánico, permite que nos situemos en su interior y, si vamos equipados, disfrutar de una imponente noche estrellada. El parque cuenta con zona de acampada, por lo que te aconsejamos que no te lo pienses y te organices para gozar de un momento inmejorable.
Paz y tranquilidad. La Palma y sus paisajes dan todo tipo de opciones. Sus playas, caracterizadas por una arena de tono negruzco y su cimbreante oleaje atlántico, ayudan a que nos sintamos como unos verdaderos náufragos. Su acceso, a unos 500 metros de la carretera, se realiza bordeando un grandioso acantilado. Un terreno de arena ganado al mar, salvaje y virgen, que define mejor que ningún otro la escena marina de las Canarias. Su ubicación, al norte de la isla, en la zona de Puntallana, termina de dar las claves de su inabarcable variedad.
Territorio volcánico por excelencia, no hay otro territorio en España que cuente con este tipo de vistas. Existen varias maneras de recorrerlo, nosotros te recomendamos aquella que permite ver sendos volcanes. Tanto el de Teneguia, como el más próximo de San Antonio. Un rincón, esta vez, de perfil desértico en la zona de Fuencaliente. El accidente geográfico no llega a los 500 metros de altitud y puede hacerse también en dromedario. Una ruta diferente y muy especial, que ayuda a entender mucho mejor la historia de esta isla
La huella colonial de Santa Cruz de La Palma se puede admirar en cada rincón de la capital palmera. Fue fundada en 1493 y durante un largo periodo su puerto fue uno de los más importantes del mundo, junto a los de Sevilla y Amberes. La ruta de América hizo mucho por la implantación de este lugar, los diferentes museos de la ciudad (Naval, Insular y Bajada) han conseguido que su increíble memoria perdure hasta hoy. Lo mismo podemos decir de sus calles y construcciones, verdadero ejemplo de arquitectura y trazado de estilos como el barroco y el renacentista.
¿A quién no le apetece degustar un excelente pescado a la brasa? La Palma y su especial orografía hacen que tanto en el interior como en la zona costera se pueda disfrutar de excelentes guisos y pescados. Si tenemos que destacar alguna peculiaridad, esta es la que tiene que ver con una pesca autóctona difícilmente comparable a la de otros destinos. Estamos en pleno Atlántico, no lo olvides. La posibilidad de comer algún pescado azul salvaje, acompañado de vinos canarios, es de lo más interesante gastronómicamente hablando.
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