Si te encanta viajar y al mismo tiempo admirar la arquitectura y revivir la historia de los lugares que visitas, te proponemos los siguientes viajes culturales. Descubrirlos es la mejor forma de ponerte al corriente de lo que se cuece en el mundo del arte y las tendencias.
Esta urbe europea tiene una historia fascinante y es que se dice que es la ciudad habitada más antigua de Europa y una de las más viejas del mundo –fue un asentamiento neolítico cuatro mil años antes de Cristo–. Y se encuentra a tan sólo dos horas y media de la capital de Bulgaria, Sofía.
Las calles de su encantador casco viejo están llenas de talleres de artistas y galerías de arte. Hay más que restaurantes. Pero hablando de arte, donde tienes que acercarte es su bonito barrio de Kapana, donde cada esquina de sus recogidas calles puede verse arte urbano y alternativo. En el barrio también hay unas bonitas casas de estilo vienés conservadas desde comienzos del siglo XX.
¿Te gusta la música? Plovdiv está lleno de pequeñas tabernas con música en directo, pubs con actuaciones de jazz y discotecas con música electrónica y rock abiertas hasta bien entrada la noche. Casi todos estos lugares de ocio se sitúan en Kniaz Aleksander I, la zona comercial de la ciudad. Plovdiv también es una ciudad universitaria –aquí se ubican más de 10 universidades– lo que hace que sea muy bulliciosa y tenga un ambiente muy joven en busca de nuevas tendencias.
Se encuentra en el sur de Italia y es una antiquísima ciudad llamada Matera, que ya se puso en el mapa cuando Mel Gibson la eligió como escenario para su película La Pasión de Cristo porque le recordaba a Jerusalén. Y no es de extrañar, porque esta ciudad es también llamada “la segunda Belén” gracias a su conjunto de viviendas trogloditas excavadas en las rocas que nos recuerdan a un pesebre. Estas casas llamadas Sassi son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En el barrio de los Sassi, muchas de estas casas excavadas en la roca aún tienen utilidad. En ellas podemos encontrarnos con bonitos hoteles-boutiques, casas-museos donde se puede ver cómo se vivía hasta los años 50, o impresionantes iglesias rupestres con frescos medievales con gran valor histórico. Una de estas, es la iglesia de Santa Lucia alle Malve y la de Santa Barbara.
Imagínate una ciudad en Irlanda, verde, lluviosa, con pubs donde tomar una buena pinta… Súmale a esto el puntillo bohemio y descubres la peculiar ciudad de Galway a orillas del Atlántico. En esta ciudad cada año se celebra el Festival de las Artes de Galway, una cita llena de proyectos artísticos y patrimoniales que no puedes perderte.
Este idílico lugar te ofrece alternativas como el Train des Vignes, que une Vevey con la mencionada zona vitícola de Lavaux hasta Puidoux-Chexbres, punto de partida ideal para paseos en los viñedos. El llamado tren de las estrellas que comunica la localidad con la montaña mirador Les Pléiades a 1360 metros.
Si vas en primavera, organiza tu viaje para que coincida con el Cully Jazz Festival, el festival de primavera con conciertos en bodegas locales y bistros acogedores. Y si vas en verano, te interesa saber que en agosto se celebra el Strassenkünstler-Festival: tres días en los que grupos de artistas presentan más de cien espectáculos callejeros en las plazas del casco antiguo de la ciudad.
Destruida y construida unas cuantas veces a lo largo de su historia, Belgrado se ha erigido en hub de oportunidades para disfrutar del arte y la cultura en Serbia. Exposiciones de arte en galerías y museos, musicales, festivales de cine o libros, teatros, o arquitectura notoria como la fortaleza de Belgrado o el parque Kalemegdan.
Y no nos quedamos en lo clásico, porque la cultura más alternativa ha llegado hasta el Danubio, concretamente hasta los splavovi, las barcazas que se encuentran amarradas en su orilla y que ahora son discotecas donde suena lo último en música techno a manos de los mejores DJs del mundo.
Este espíritu underground está corriendo por los barrios y distritos de la ciudad, en los que cada vez más, se ven propuestas de ocio diferente. Por ejemplo, el distrito de Savamala, un área industrial a orillas del Sava, hay naves reconvertidas en centros culturales y galerías de arte, también restaurantes de diseño que reinventan la cocina tradicional y grafitis en casi todas las fachadas. Una de las más famosas es Kulturni Centar GRAD, un antiguo almacén convertido en espacio multidisciplinar en el que se organizan conciertos, recitales de poesía, exposiciones de arte, presentaciones de libros… Tiene un bar y un patio agradable.
Bodegas de vino, museos, una estación de esquí abierta todo el año, rutas para montar en bici o practicar senderismo… E historia. La historia principesca de uno de los países más pequeños del mundo (casi 40.000 habitantes), ¿Viajarías a este diminuto paraíso?
En la capital de Liechtenstein, Vaduz, la principal atracción es su castillo en el que vive la realeza del país. También merece la pena visitar la Catedral de San Florián. Las propuestas artísticas de Vaduz se pueden ver en el Museo Nacional y el museo de arte moderno Kunstmuseum Liechtenstein.
Cracovia, en Polonia, se está convirtiendo en una ciudad joven y dinámica que atrae a miles de visitantes que han odio hablar de ella como un destino que no se pueden perder. Y es que, desde hace ya años, es el centro cultural y artístico de Polonia.
Su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, está dividido en tres zonas: la ciudad medieval de Cracovia, la colina de Wawel con su castillo y el barrio de Kazimierz, el antiguo barrio judío.
Actualmente el barrio de Kazimierz es el más interesante y activo de la ciudad artísticamente hablando. Aquí se encuentran las galerías de arte, los talleres de los artistas y viven los más jóvenes de la ciudad. En el barrio hay una gran cantidad de planes culturales y podemos probar la comida Kosher que está de moda en algunos de sus restaurantes.
Lo primero que llama la atención al visitar Estambul es su arquitectura. Acércate hasta la Mezquita Azul y la de Santa Sofía, que actualmente expone una serie de frescos cristianos en contraste con la cultura musulmana. Una rica muestra de la multiculturalidad que reina en Turquía. También a la Torre Gálata desde donde tendrás una panorámica total de la ciudad. Al atardecer no te pierdas una estampa inolvidable: en el ocaso del sol el muyaidín llama a la oración desde el minarete de la mezquita.
Europa tiene mucho que ofrecer respecto a viajes culturales. Ahora solo tienes que elegir cuál prefieres y organizar tu viaje a alguno de estos destinos europeos. ¿Por cuál empezarás?