En sus dos mil años el único faro romano que ha llegado hasta nuestros días y el más antiguo en funcionamiento de todo mundo ha sufrido tormentas, ha visto pasar la historia y ha formado parte de ella -parece incluso que habría jugado un papel decisivo en la conquista romana de Inglaterra-. Y ahora la Torre de Hércules, con sus 68 metros de altura, ya es Patrimonio de la Humanidad.