Cómo evitar el jet lag es una pregunta casi recurrente en cualquier viajero que quiera visitar un país con una gran diferencia horaria en relación con su país de origen. Si te preocupa esta consecuencia de tu viaje, no te preocupes. Sigue nuestros consejos prácticos y conseguirás superar esta molesta sensación más fácilmente.
Preparar el viaje de una forma determinada incide directamente en evitar los efectos del desajuste horario. Pon en práctica estas recomendaciones los días previos a tu partida.
¿Vas a viajar hacia el este? Vete a dormir dos horas antes. ¿Vas a hacerlo hacia el oeste? Hazlo dos horas después. Poco a poco lograrás que el cansancio no te sorprenda de repente.
La idea es que acumules el cansancio habitual durante tu primera jornada pero que duermas por la noche, lo que provocará que tu cuerpo se acostumbre mejor al nuevo horario.
Revisa tu equipaje, tu documentación y todo lo que necesites llevar varias veces para evitar los clásicos nervios de última hora. Dormir lo máximo posible el día antes de viajar es siempre recomendable.
Mejor si apuestas por uno con frutas, cereales, lácteos y algo de embutido magro. El objetivo es conseguir que tu cuerpo tenga las proteínas necesarias para afrontar el reto que se le presenta.
Resulta esencial el entender que las horas de vuelo forman parte de tu proceso de adaptación a la hora de tu destino. Entre los trucos más eficaces para amoldarse lo antes posible al nuevo horario se encuentra los que ahora te describimos:
1. Cambia la hora de tu reloj
Te será más fácil conseguir que tu mente vaya sabiendo a qué hora aproximada vas a llegar e incluso podrás hacer algunos planes para aprovechar el primer día de tus vacaciones al máximo.
2. Hidrátate y come lo justo
Lo más adecuado es que no dejes de beber. Algunas aerolíneas tienen este factor en cuenta y sirve de manera continua, agua, zumo o infusiones. Olvídate del alcohol y de los refrescos o bebidas con cafeína.
En lo que a la comida respecta, toma la que te sirvan, pero es mejor que evites tirar de aperitivos, golosinas y similares para lograr que tu organismo sea el que te pida la comida necesaria una vez ya en tu destino.
3. Pasea durante unos minutos cada hora
Sentarte durante siete o más horas sin moverte durante todo el vuelo provoca que tu circulación se ralentice. Es más conveniente pasear, ir al baño, hacer algunos estiramientos y no permitir que tu musculatura se tense tanto que al llegar a tu hotel solo quieras dormir.
4. Apaga tus dispositivos electrónicos
Podrás escuchar música a la vuelta o ver esa serie o película cuando regreses. Además, el forzar la vista en un ambiente no demasiado bien iluminado como un avión puede aumentar tu sensación de cansancio.
5. Imita a los viajeros más experimentados
Podrás reconocerles fácilmente. No se trata de que te conviertas en un espejo, pero sí de que les prestes atención para imitar sus movimientos durante el vuelo. El personal de vuelo podrá ayudarte también contándote su propia experiencia o sus trucos más eficaces.
Aprovechar al máximo el día. Es aconsejable que pasees un poco, que te del sol, irte a un parque a respirar aire puro o sentarte en algún sitio a relajarte. Aprovecha el horario local para comer o cenar según sea habitual en esa ciudad. Intenta alargar al máximo esta primera tarde para irte a la cama ya de noche.
Antes de hacerlo deberías darte una buena ducha o un baño caliente para intentar descargar tensiones. Explorar un poco los alrededores de tu alojamiento es siempre positivo. También puedes aprovechar este tiempo para acercarte a algún punto de información turística, solicitar información, recoger o comprar la tarjeta turística y actividades similares.
Es esencial que controles también la temperatura y la luz de tu dormitorio para que te sea más fácil dormir. Si evitas el aire acondicionado, mejor. No dudes en tomar alguna bebida saludable caliente o fría, dependiendo del clima del país, para lograr que tu cuerpo equilibre mejor su funcionamiento.
Debemos subrayar que todo lo anterior es reversible, por lo que también debes ponerlo en práctica durante tu regreso. Se te aconseja dejar al menos un par de días de margen antes de volver a tu rutina habitual para que puedas llevar a cabo tu trabajo sin sufrir ni cansancio, ni desorientación durante la jornada laboral.
Esperamos que ahora te sea más fácil saber cómo evitar el jet lag. Solo queda que te animes a usarlos tras reservar tu próximo viaje.