Ocultas por la popularidad de Altamira, el territorio peninsular cuenta con multitud de cuevas rupestres no tan conocidas pero igual de interesantes. En 2018 se cumplía una década del nombramiento de 17 de estas grutas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Son tesoros únicos. Si a esto le sumamos que su entorno también merece un recorrido no hay mucho más que hablar. Si quieres saber algo más sobre este conjunto de cuevas de España, lo mejor es que sigas leyendo.
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El paisaje del Mar Cantábrico y la desembocadura del río Sella sirven de carta de presentación a uno de los conjuntos rupestres más importantes de todo el panorama europeo. Además, de la selección de cuevas que forman el yacimiento de Tito Bustillo, tienes la oportunidad de visitar entre el 1 de marzo y el 3 de noviembre su Panel Principal. Así, tendrás ocasión de ver una muestra formada por más de un centenar de representaciones de caballos, bisontes y formas geométricas. Las entradas ya están a la venta, por lo que te recomendamos que comiences a organizar tu viaje y pases un par de días fuera de temporada en el que es uno de los pueblos más bellos de toda España.
Foto de portada pertenece a la web del Centro Tito Bustillo.
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Entre Asturias y Cantabria, en una división invisible que solo podemos intuir por accidentes geográficos como el de la ría de Tinamayor, se sitúa la Cueva de El Pindal, otro de los mejores ejemplos de arte paleolítico de la cornisa cantábrica. La cavidad, visitable durante todo el año, no solo cuenta con imágenes de bisontes y mamuts sino también de peces.
Su proximidad con el mar, a escasos metros, permite que además podamos recorrer parte de los acantilados que la rodean. Así, podemos iniciar una ruta que nos llevará a descubrir los restos románicos de Santa Maria Tina, un encinar atlántico o el espectacular acantilado de Pimiango.
Foto de cuevas.culturadecantabria.com
Descender al interior de la cueva de Chufín, cuyo arte parietal fue descubierto en 1972, nos permite retroceder en el tiempo hasta el Paleolítico superior, cuando los primeros pobladores comenzaron a ocupar esta zona. Sus muros se encuentran repletos del bestiario característico: formas geométricas, animales marinos y algún que otro ciervo y mamut. La particularidad de esta cueva la tiene la abundancia de agua, podremos encontrar hasta lagos artificiales.
Y si queremos disfrutar del paraje que la rodea, tendrás oportunidad de ver importantes barrancos en lo que también se conoce como valle del río Nansa. Cantabria en estado puro. Nota: solo es visitable en Semana Santa y los meses de verano.
Muy próxima a Torrelavega, en uno de esos enclaves que destaca por su increíble vegetación y potencial arqueológico, se ubica San Felices de Buelna, un pueblo que cuenta con cuevas paleolíticas y yacimientos romanos. Los dos lugares son visitables durante todo el año, previa reserva telefónica. En el primero vamos a poder contemplar un arte parietal realizado mediante el grabado con buril y dedos sobre la arcilla. Representaciones de animales diversos como caballos, uros, renos y una curiosa forma antropomorfa. A unos kilómetros, que se hacen realmente cortos si quieres recorrerlos a pie, está el Campamento Romano de Tarriba. Emplazamiento de valor estratégico, ya que domina las cuencas de los ríos Pas y Besaya.
En un verdadero laberinto de cuevas, localizado en Puente Viesgo, caracterizado por una de las ofertas turísticas más singulares del territorio cántabro. Allí está el famoso balneario, conocido por la riqueza mineromedicional de sus aguas. A todo ello contribuye el río Pas, que también protege el conjunto de manifestaciones de sus diferentes cavernas. Entre ellas, la más importante es la de Monte Castillo, que data de hace 40.500 años. Los más antiguos que podemos encontrar en todo el mundo. Y que consta de fauna y abundantes manos y figuras. No pierdas ocasión de prestar atención a la diversidad de temáticas y técnicas empleadas.
Interior de la cueva.
Foto de cuevas.culturadecantabria.com
La boca a esta cueva da entrada a un enorme vestíbulo, todo lo que iremos encontrando en las paredes de sus dos salas principales sorprende por el acabado y la grandiosidad de sus pinturas. Estamos hablando de un friso de más de 25 metros, donde vas a poder apreciar decenas de figuras de animales. Además de algún que otro detalle geométrico y lo que podrían ser representaciones antropomorfas. Los restos arqueológicos fueron descubiertos en fecha muy reciente, 1997, y nos hablan de que este lugar también tuvo un carácter social.
Ser partícipes y tener la oportunidad de acercarse a pinturas de hace 14.000 años realmente impresiona. El conjunto monumental cuenta con la realización de 32 bisontes y diferentes animales como cabras o caballos. De todas las cuevas de España que te hemos destacado ésta es la única que no permite acercarse a tal tesoro, pues la conservación de las pinturas no pasa por su mejor momento. Hasta la apertura de la sala principal, se pueden ver en una recreación en 3D en la entrada de la misma.
Sin embargo, esta cueva se localiza en un paisaje realmente bello, en la margen oriental de la cuenca del Urdaibai vizcaíno. Un espacio con ecosistemas caracterizados por encinas, estuarios y alguna que otra ermita, como la de San Mamés, que da nombre a la excavación arqueológica.
En el interior de Cataluña, en una de las zonas más atractivas de Las Garrigas leridanas, se sitúa este descubrimiento clave del arte rupestre levantino. La cavidad no tiene más de diez metros de ancho y cuatro de alto. Sin embargo, en ella encontraras algunos de los mejores ejemplos de pinturas y grabados neolíticos. Algunos han querido ver en los cuerpos representados la imagen de la fertilidad, aunque más bien parece que representan movimientos de danza y baile. Hasta 42 imágenes y 260 grabados sobre la piedra hay en este enclave, el más importante de toda la comunidad catalana. Desde el centro de interpretación te recomiendan visitar la cueva por la mañana, así que intenta organizar tu viaje con algo de tiempo y pasar una noche en los alrededores.
Fue en 1978 cuando un grupo de arqueólogos de la Universidad de Huesca dieron con estas figuras, datadas de hace más de 20.000 años. Son la muestra de arte rupestre paleolítico más antigua que se ha localizado en Aragón, hasta ese momento solo las cuevas del Cantábrico tenían esa antigüedad.
El lugar donde se ubican es magnífico, a los pies de los Pirineos y rodeado por un ecosistema como el del río Vero, donde hay más de sesenta abrigos con importantes muestras de estudios prehistóricos. El propio gobierno de Aragón facilita la visita de muchos de estos lugares en la propia naturaleza, por lo que es recomendable que previamente planees bien que puede interesarte y cuáles son las rutas posibles.
Algunos la llaman la catedral natural más espectacular de la Costa del Sol. No les faltan razones a todos aquellos que hablan de la importancia de este lugar, no solo por su valor histórico –han descubierto unos restos de pinturas rupestres que podrían ser de Neandhertal–, sino también por encontrarse en su interior la que es la estalactita más grande del mundo. Esta columna, con una altura de 60 metros y un diámetro de 18 metros, se aloja en una de las innumerables salas que encontraremos dentro de este conjunto de cuevas del litoral andaluz. El conjunto se compone de dos cavidades y multitud de pasillos y un total de 4.823 metros, que podrás recorrer si los días previos estás atento y has hecho las reservas pertinentes de las entradas.Este año se cumple el 60ª aniversario de su descubrimiento y en 1961 la Cueva fue declarada Monumento Histórico-Artístico. Merece la pena visitarlas en junio, cuando se celebra en su interior el Festival Internacional de Música y Danza.
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Además, tendrás en las cercanías algunos de los pueblos blancos más bonitos de todo Andalucía, el que te pilla más cerca es el de Maro, a solo unos kilómetros y donde podrás disfrutar de las vistas de su reconocido acantilado. Si buscas más, sigue nuestra ruta por los pueblos más bonitos de Málaga.
Foto de http://www.cuevadelascalaveras.com
A poco menos de una hora, en lo que se conoce como la comarca del Marquesat de Dénia, en la Marina Alta, puedes visitar un verdadero tesoro en términos arqueológicos y geológicos. El recorrido por las diferentes aberturas de esta despampanante cavidad en la roca te permitirá observar cúpulas de más de veinte de diámetro y gigantescas estalactitas.
Aquí se sabe que el hombre estuvo asentado durante el Paleolítico, pero sus pinturas murales, se piensa, han desaparecido por el paso del tiempo. La cueva se descubrió a mitad del siglo XVIII y desde aquel momento se convirtió en uno de los atractivos turísticos más representativos de todo el norte de Alicante. La cueva permanece abierta durante todo el año, así que si puedes no esperes a que llegue la temporada alta y escápate algún finde a conocer todo lo que puede dar de sí.