Grecia es uno de esos destinos turísticos que hay que visitar al menos una vez en la vida. Un imprescindible en el cuaderno de bitácora del viajero. El país heleno ofrece arte, cultura, historia, gastronomía y unos paisajes maravillosos bañados por Mediterráneo. ¿Te gustaría ir? Entonces participa en nuestro concurso y gana un billete de ida y vuelta para dos personas a Grecia, gracias a AEGEAN Airlines. Y para que vayas abriendo boca, te presentamos 5 puntos clave de este país que no te puedes perder, más allá de la capital, Atenas.
Corfú, un paraíso alejado del turismo de masas
En el corazón del archipiélago Jónico se encuentra la mítica isla de Corfú. Y decimos mítica con razón, porque su nombre se debe a la ninfa Kércira, de la cual se enamoró Zeus y después secuestró en esta isla. También aquí Odiseo encontró a la princesa Nausicaa, la cual le ayudaría a regresar a su patria, Ítaca. No sabemos si estas historias son del todo ciertas, pero lo que sí te podemos asegurar es que Corfú es una isla verde esmeralda repleta de atractivos que cautivarán al viajero. Conocerla es perderse entre sus fortalezas testigos de mil conquistas, descubrir su acrópolis, sus olivares y frondosas colinas y sus playas de fina arena blanca sacadas de una postal, como las playas de Agios Stefanos o Benitses. ¿En cuál vas a colocar la toalla?
Foto de mickpix (CC BY 2.0)
Ítaca, la patria de Ulises
Puede que a Ulises le llevara 10 años volver a Ítaca, pero tú no tardarás tanto, porque si vuelas hasta Kefalonia, solo tendrás que coger un ferry para llegar hasta su costa.
El litoral de Ítaca está formado por pequeñas playas y calas donde destacan las de Paliocávaro, Jirimbi, Lucha o Yidaki. Todas de aguas turquesas y casi sin domesticar, porque en Ítaca no encontrarás ni discotecas, ni motos acuáticas ni sombrillas de colores chillones. Solo paz y el Mediterráneo a tus pies.
Pero si bellas son las costas de Ítaca, no lo es menos su interior. En él podrás descubrir la esencia de la Grecia menos turística gracias a pueblos congelados en el tiempo como Maracia, Pera Pigadi o el precioso Stavros. ¿Quién necesita el Olimpo teniendo este paraíso en la tierra?
Foto de Spiros Vathis (CC BY-SA 2.0)
Meteora y sus monasterios en las alturas
Pero no todo en Grecia es sol y playa, porque en la región de Tesalia se esconde uno de los mayores tesoros del país heleno, Meteora y sus inexpugnables columnas verticales. Sobre altísimos riscos de piedra y a más de 600 metros de altura, visitar los monasterios construidos en su cima es todo un desafío, sobre todo si se tiene vértigo. Y es que, a pesar de que existen escaleras, el acceso sigue siendo complicado. Pero te aseguramos que el esfuerzo merecerá la pena porque desde tanta altura podrás disfrutar de unas vistas espectaculares.
Foto de psyberartist (CC BY 2.0)
Olimpia, la cuna de los Juegos Olímpicos
Si eres un apasionado de los deportes, tendrás que viajar hasta Olimpia, la cuna de los Juegos Olímpicos. En la Antigüedad estos Juegos tenían tanta importancia que todos los pueblos griegos en guerra acordaban una tregua durante su celebración para poder participar en ellos.
Hoy puedes visitar el recinto arqueológico y ver las pistas donde se practicaba el salto de longitud, el lanzamiento de jabalina y las pruebas de velocidad. Y si tienes suerte de estar en Olimpia el año que se celebren unos Juegos Olímpicos, podrás asistir frente al templo de Hera, al encendido de la llama que será transportada en antorcha desde este místico lugar hasta la ciudad anfitriona de dichos Juegos. ¡Toda una ceremonia con miles de años de antigüedad que no te puedes perder!
Foto de Ronny Siegel (CC BY 2.0)
El Canal de Corinto
Grecia puede presumir de construcciones impresionantes repartidas por toda su geografía: el Partenón en Atenas, el templo de Apolo en Andritsena o la tumba de Agamenón en Micenas. Pero no todas las grandes obras de Grecia tienen miles de años de antigüedad, prueba de ello es el Canal de Corinto, la puerta de entrada al Peloponeso. Con sus 6 kilómetros de largo une el golfo de Corinto con el Mar Egeo y es una obra maestra de la ingeniería moderna. Sus ocho metros de profundidad y 21 metros de ancho permiten el paso de más de 11.000 barcos al año y en su día supuso una verdadera revolución en el mundo del transporte marítimo. Asomarse a su orilla provoca verdadero vértigo, tanto por la altura como por su extraña belleza.
No te lo pienses más, ¡Grecia te espera!
Foto de Sharon Mollerus (CC BY 2.0)
Comentarios