Pintura aborigen australiana, Nourlangie, Kakadu National Park (Foto: Paul Mannix/Creative Commons).
Un nuevo y espectacular descubrimiento asombra a los científicos: 1.500 pinturas que ilustran los contactos de los pueblos originarios australianos con los extranjeros. Hay obras que tienen 15.000 años junto a las que muestran rifles, bicicletas o coches.
El hallazgo de este asombroso libro de historia fue realizado en Arnhem Land, en el noroeste del país, en el abrigo de Djulirri, oculto en la cadena montañosa de Wellington. Aunque hacia 1970, George Chaloupka había informado de su existencia, nadie conocía su ubicación exacta, revelada ahora gracias a los trabajos del estudiante Daryl Guse que contó con la inestimable ayuda del anciano aborigen Ronald Lamilami.
Las pinturas relatan una historia desconocida hasta ahora. Tradicionalmente se creía que los aborígenes australianos vivían aislados hasta el siglo XVIII, ahora sabemos que no es así: durante siglos, en el noroeste de Australia floreció una economía dedicada a la exportación del trepang o pepino de mar, una delicia gastronómica para los chinos.
La pinturas son también una enciclopedia de viajes y transportes, ya que representan barcos provenientes de Sulawesi, veleros occidentales de distintas épocas, vapores y aviones.
Ahora se trata de preservar este excepcional legado, ya que hay varias compañías mineras interesadas en explotar los yacimientos de uranio que hay en la zona. Ronald Lamilami propone la creación de un cuerpo de guardas indígenas.
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