¿Estás cansado de las altas temperaturas del verano? ¿Buscas un lugar que te permita disfrutar de tus vacaciones estivales sin riesgo de sufrir un golpe de calor? Pues presta atención a estos destinos ideales para calurosos.
Alaska, la última frontera
Si tenemos en cuenta que la temperatura media de Alaska en julio es de 13 grados, ¿no crees que deberías incluir este inmenso territorio en tu lista de próximos destinos a visitar? El templado clima de Alaska no es su única virtud. Disfrutar con su naturaleza salvaje, avistar ballenas, empaparte de la cultura indígena de la zona y, ¡hasta observar auroras boreales!, son algunos de los tesoros que guarda este bastión alejado de la mano del hombre.
Foto de Christopher Michel (CC BY 2.0)
Pirineos, mucho más que nieve
Si eres un enamorado de la montaña, entonces recorrer los Pirineos en verano te encantará. Podrás hacer senderismo y descubrir el valle del Hecho y Astún, hacer rutas en bicicleta o trekking en Candanchú y practicar pesca deportiva en los lagos de Andorra y en Pallars. ¡Todo esto con una temperatura más que agradable!
Foto de Turol Jones (CC BY 2.0)
Vivir una aventura en Islandia
Si quieres poner a prueba tu lado más intrépido, Islandia es un acierto seguro. Esta tierra indómita es fría incluso en verano y solo en ella podrás visitar al mismo tiempo cascadas, glaciares y volcanes tan violentos como el Bárdarbunga cuya última erupción se produjo en agosto del año pasado
Foto de anieto2k (CC BY-SA 2.0)
Perú sin calor y sin turistas
Si uno de los sueños de tu vida es viajar Perú y descubrir el Machu Picchu, pero no estás dispuesto a visitarlo bajo el castigador sol de Latinoamérica, ten en cuenta que la época menos cálida es entre julio y septiembre. Porque aunque en España se ronden los 40 grados, allí la media apenas llega a los 15. Además, la afluencia de turistas en esta época también es menor y lo único que te estorbará para hacer tus fotos será alguna llama despistada.
Foto de Bruce Tuten (CC BY 2.0)
Un verano polar en La Antártida
Si lo tuyo es el frío en mayúsculas, pon rumbo a la Antártida. Además de poseer uno de los paisajes más espectaculares del planeta, las temperaturas del continente helado pueden alcanzar los 89 grados bajo cero. Así que, ponte una rebequita porque parece que refresca.
Foto de Samuel Charles Pearce (CC BY-ND 2.0)
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