En los años 40, RENFE ya editaba su revista de viajes. Se llamaba Trenes y recorría la geografía española mostrando la grandeza de sus pueblos. Abundante publicidad de hoteles y restaurantes y consejos viajeros redondeaban el contenido.
En el número de otoño de 1943, hablaba de la mujer viajera y la dividía en las siguientes tipologías: «La que no sabe escoger la ropa»; «La que necesita mil cosas», «La que se lamenta por todo», «La que tiene mala memoria» y «La que no sabe entusiasmarse». Podría sonarnos como algo lejano y extraño, propio de tiempos antiguos, pero lamentablemente el poso de algunas de estas descripciones todavía nos acompaña a día de hoy. ¡Por favor, que nadie se olvide de que en España hasta 1981 las mujeres debían de pedir permiso para viajar al hombre que estuviese a su cargo!
Por suerte, siempre ha habido mujeres capaces de desafiar lo establecido y con mucho esfuerzo y sufrimiento, han podido abrir camino para que el resto pudiera ejercer su derecho a la educación, al voto, a viajar, a heredar… En definitiva, a vivir en igualdad.
Aquí una pequeña lista de mueres que incitan a viajar y a ser capaces de hacer cualquier cosa:
Su vida y sus hitos estuvieron ligados a la aviación en los años veinte del siglo pasado. Fue una piloto pionera y su mayor hito fue ser la primera mujer en cruzar el Atlántico en avión. En contra de otras historias que vendrán a continuación, Amelia recibió reconocimiento de sus contemporáneos, incluidos políticos, empresarios y la propia prensa, siendo reconocida por el Boston Globe.
Esta joven hilandera de 27 años y origen humilde decidió abandonar su Génova natal sola y coger un carguero rumbo a Shangai por motivos laborales. Durante los 37 días que dura la travesía observa y retrata en su diario la diferencia cultural y del sentido del pudor con árabes, chinos e indios.
La mujer que superó a Willy Fog, recorriendo el mundo en 72 días. Pionera en el periodismo de investigación, fue contratada por el mismísimo Pulitzer para el amarillista The New York World, donde tuvo la oportunidad de ser la primera redactora en trabajar encubierta. Fue posteriormente, en 1888 cuando el periódico World le dio la oportunidad de superar al protagonista de la novela de Julio Verne: Europa, Egipto, Ceilán, Penang, Singapur, Hong Kong, Yokohama, San Francisco y Nueva York conformaron su itinerario.
Fue la primera corresponsal de guerra española –o al menos de la primera que se tiene información–. Cubrió la guerra con Marruecos en 1909. Sus otros caballos de batalla fueron el derecho a voto, el divorcio y la emancipación femenina en general. Además, fue una viajera incansable. Pasó un año entre Italia, Francia y Mónaco estudiando sus sistemas educativos con una beca del Ministerio de Instrucción Pública e intentando importar las ideas avanzadas de otros países.
La Condesa de Pardo Bazán, una de las personas más cultas que existió en la España de su tiempo, aunque la Real Academia Española de la Lengua le negara un asiento… (en 2016 de 44 académicos, sólo 8 eran mujeres). Fue una reformista y la primera mujer catedrática de España, ocupando la de Lenguas Neolatinas en la Universidad Central de Madrid en 1916. Criada entre Galicia y Madrid, desde pequeña se negó a recibir la educación que correspondía una señorita de su época. Su padre le permitió aprender ciencia y literatura, y también idiomas: francés, inglés y alemán. Además, viajó por toda Europa empapándose de las nuevas ideas.
Y sobre todo, vivió libremente. Fue de las pocas mujeres que consiguió que muchos de sus contemporáneos de círculos intelectuales la vieran como una igual. Galdós, Unamuno, Lázaro Galdiano o Giner de los Ríos se encontraban entre sus amistades. Por supuesto, hubo otros eruditos que no toleraron que una mujer pudiera ser tan popular. «Si en mi tarjeta pusiera Emilio, en lugar de Emilia, qué distinta habría sido mi vida…», sentenció.
Esta literata y revolucionaria francesa murió por la República, pero no sin antes redactar “La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana”, manifiesto indispensable para comenzar la lucha feminista.
Aunque en su vida personal no se identificó con el feminismo, uno de los personajes de sus libros si incitaba a las niñas a ser libres y valientes. Georgina, “Jorge”, de Los Cinco, cogía su bicicleta y era la primera en resolver todos los misterios de aquí a “Villa Kirrin”. Un soplo de aire fresco para la generación de mujeres que crecieron en la España franquista.
Pasamos de una escritora infantil a otra. De origen humilde, Gloria se abrió un hueco entre la literatura y el periodismo franquista. Sus poemas y su creatividad la permitieron imaginar y luchar en un clima de opresión. Además, vivió una temporada en Estados Unidos, donde conoció al amor de su vida, la hispanista Phyllis Turnbull.
Su nombre completo es Carmen Eulalia Campoamor Rodríguez pero es comúnmente conocida como Clara Campoamor. Abogada, escritora, política y defensora de los derechos de la mujer. No podía faltar en esta lista ya que es considerada una de las «madres» del feminismo español. Defendió la igualdad de los derechos de la mujer, además del sufragio femenino y también promovió la primera ley del divorcio.
¡Gracias Clara, sin ti las mujeres de este país no hubieran podido ejercer su derecho al voto!
Existen países en los que la violencia hacia la mujer va mucho más allá del campo simbólico. La supermodelo Waris Diries puso en la agenda mediática el problema de la ablación genital femenina en África, de la que ella misma había sido víctima. Entre 1997 y 2003 recorrió el mundo concienciando de este problema como Embajadora de Buena Voluntad de la ONU y en 2002 fundó la fundación que lleva su nombre, para seguir trabajando en esta labor.
Rematamos con la autora de Persépolis. En esta novela gráfica y autobiográfica cuenta la restricción de libertades a la que desde pequeña se vio obligada a aceptar sólo por ser mujer en Irán. Y, como viajar le permitió abrir su mente y desarrollarse.
Como ya hemos dicho éstas son solo un pequeño ejemplo de mujeres que han luchado de una manera u otra a favor de los derechos de la mujer o han ido a contracorriente por la época en la que vivieron, marcando así, un cambio en la historia de la mujer. ¡Celebra el día de la mujer organizando un viaje entre amigas o incluso un viaje contigo misma!