“Hay que hacer un poco el papel de viajante en tu propia ciudad y sorprenderte de cosas que cotidianamente ni mirarías”, relata Jose Toro sobre su trabajo en Instagram. No es un millennial, ni una celebrity, ni tampoco un bloguero amante de lo “cuqui” sino un sencillo profe de instituto que supera la cincuentena y que en sólo dos años ha conseguido sobrepasar los 70.000 seguidores en Instagram.
Este licenciado en Artes, materia sobre la que imparte clases a chavales adolescentes, pasea a diario por Sevilla buscando el instante fotográfico perfecto. “Suelo salir por la mañana temprano y lo ideal es sin rumbo determinado, para perderme entre las calles y la gente. Nunca sabes dónde puede estar la foto, muchas veces el sitio es una sorpresa”, prosigue. La ciudad es su tablero de juego y eso le encanta. La versatilidad, la libertad y la capacidad de sorprender que aporta el espacio son inigualables.
Su temática es siempre la misma: personas caminando por las calles. “Quería hacer algo básico y directo. Trabajar con algo que pudiera contarme una historia. Creo que la luz que transmite una persona puede hacer que el sitio más anodino parezca magnífico”, explica.
A las imágenes de estos viandantes anónimos les acompaña siempre el hashtag #josetorowalkers. Y lo que comenzó siendo un modo de identificar su trabajo, acabó derivando en una comunidad. Si haces una búsqueda en la red social del selfie, encontrarás otros instagrammers que lo utilizan al inmortalizar paseantes. Además, como un nativo digital cualquiera, Jose Toro ha aprovechado el potencial de la red para establecer relaciones con otros fotógrafos y cuentas de su interés.
Por supuesto, como gestores de un perfil de Instagram de marca, nos preguntamos cómo lo conseguido: “Al principio, mi cuenta fue creciendo sostenidamente hasta el momento en que Instagram me puso como usuario sugerido”. Y nos da un consejito que todos debemos apuntar: “No sé si hay un modo para que las cuentas funcionen. Las hay de muchos tipos y pueden funcionar por muchos motivos diferentes. Pero recomiendo mostrar algo que a ti realmente te interese, ser coherente en la cuenta con esa idea y mucha constancia y paciencia”.
Cualquiera de las calles del Casco Antiguo.
El Museo de Bellas Artes, es la segunda pinacoteca de España y se puede disfrutar prácticamente sin visitantes.
Caminar a lo largo del río Guadalquivir y terminar tomando algo en la calle Betis.
Cualquiera de los que hay en la zona de la Plaza del Pan y Plaza de la Pescadería. Suelo parar a media mañana cuando estoy fotografiando para tomar algo.
Los arroces en la zona de El Arenal.
Los Jardines del Real Alcázar.