En estos tiempos de crisis, a muchos no nos da el bolsillo para el lujoso Atlantic The Palm, en Dubai, quizá por eso en Suiza se han planteado todo lo contrario, el autodenominado primer hotel del mundo sin estrellas.
Todo empezó como un proyecto de los artistas gemelos Frank y Patrik Riklin, una instalación en un refugio antiaéreo en la localidad suiza de Sevelen. Pero ya ha abierto un par de noches en pruebas y esperan recibir los primeros clientes en Nochevieja.
La tarifa normal es de siete euros por una cama en un dormitorio colectivo con derecho a ducha. Pero si quieres un cuarto con paredes de concreto sin pintar, tendrás que pagar 20 euros.
No hay calefacción, pero sí bolsas de agua caliente. El sistema de ventilación es ruidoso, por eso te dan tapones para los oídos.