Con el calor que ha hecho el fin de semana apetece ponerse a remojo, ¿verdad? Optes por hacer una escapada urbana o por alejarte del mundanal ruido, estos hoteles con piscina infinity de España y Portugal vienen para salvarte de las altas temperaturas.
Comenzamos el recorrido en la capital portuguesa, en una piscina desde la que divisar el barrio donde nacieron los fados. El hotel Memmo Alfama se encuentra a tiro de piedra del vertiginoso Mirador de Santa Luzia, de la Catedral y los sábados de la Feira da Ladra, un ingente mercadillo de antigüedades que ocupa todas las ruas colindantes durante la mañana. Remata tu periplo diurno con un chapuzón y un buen vino en el bar de la azotea con el atlántico de fondo.
Únicamente huéspedes.
Desciende por la bulliciosa Gran Vía y dóblala al llegar a la relajada calle Silva. En el número seis encontrarás el Hotel índigo y su piscina con vistas al vertiginoso ritmo de vida de la ciudad. Divisa el skyline capitalino, con el imponente edificio España presidiendo el horizonte, tómate un cóctel tropical en la terraza y los sábados, disfruta de Skyzoo Sunsets, sesiones de música de electrónica de vanguardia. ¡Que la ola de calor no te estropee la escapada urbanita!
Solo huéspedes. Aunque la azotea y su oferta coctelera son aptas para todos los públicos. Y sino, siempre puedes hacerte un staycation, o sea, una escapadita vacacional en casa.
De Madrid saltamos a la Ciudad Condal con una alternativa a la Barceloneta en esto de refrescarse. Al ladito de Passeig de Gracia se erige el Negresco Princess, en un elevado edificio acristalado de corte funcionalista. El Tibidago, la Sagrada Familia o Montjuic a tus pies durante ese baño a última hora de la tarde y para acabar un trago fresquito en el bar de la terraza con la puesta de sol como telón de fondo. Ésta acoge sesiones djs durante los meses de verano.
Huéspedes en la piscina y todo el mundo en su terraza.
Continuamos en el Mediterráneo, en Ibiza y su otra cara de la moneda, la más rural y relajante. A sólo dieciocho kilómetros de Ibiza capital, dentro de un parque natural, se encuentra este complejo. Y sus edificaciones se encuentran perfectamente mimetizadas con el entorno, gracias a su arquitectura tradicional y orgánica: casas bajas y blancas, cascadas y galerías. La piscina bordea las rocas y se asoma a acantilados de bosque mediterráneo, calas y aguas turquesas.
Sólo huéspedes.
De nuestro archipiélago mediterráneo volamos al más atlántico para hablar de este colosal resort ubicado en Maspalomas: 76.000 metros cuadrados al servicio del descanso y la diversión, más de 1.000 habitaciones, tiendas, casino, toda clase de servicios y una piscina desde la que contemplar el infinito. ¡Puedes pasarte todas las vacaciones metido en el hotel y no aburrirte!
Solo huéspedes.
¡Aquí sí que vas a olvidarte del mundo! En la frontera portuguesa a la altura de Badajoz se erigen las construcciones blancas con detalles azules que conforman este coqueto hotel rural. Montar a caballo, disfrutar de la nueva cocina alentejana en su restaurante y desconectar totalmente contemplando el bosque desde la piscina es todo lo que necesitas para cargar pilas.
Solo huéspedes.
La piscina del Rio Douro Hotel & Spa es un balcón al Duero. Tierra de viticultores, durante tu estancia podrás visitar viñedos, practicar rafting y otros deportes náuticos y sobre todo, descargar tu estrés en plena naturaleza. Además, Oporto se encuentra a solo 45 kilómetros cuesta abajo, perfecto para una excursión de día. Para conocer todos los imprescindibles de Oporto, pincha aquí.
Solo huéspedes.
¿Una piscina infinity con spa y vistas a las Islas Cíes? Sí, existe y está en un edificio histórico en plena alameda de Vigo. El lugar perfecto para rematar tu tratamiento de belleza con un buen combinado a remojo y con vistas a la Ría. Y para probar todas las delicias gastronómicas locales, nuestro texto de sobre restaurantes riquiños. ¡Ñam, ñam!
Foráneos y locales. Es decir, aunque no te alojes en el hotel podrás disfrutar de tratamientos y de la coctelería y la infinity pool