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La recién acabada Semana Santa nos ha traído —¡¿¡¿cómo no?!?!— lluvias y frío, y hasta intensas nevadas en diversos lugares de la Península. La nieve, que tanto ha faltado aquí este año y que sin embargo es el pan de cada día en muchos lugares del Planeta, es el motivo que nos lleva a escribir hoy —esperemos que para dar el adiós definitivo al mal tiempo— sobre una de las carreteras más frías y peligrosas del mundo: la «James W. Dalton Highway», más conocida como «Dalton Highway». Esta autopista está en Alaska y se extiende a lo largo de más 600 km entre las localidades de Fairbanks y Deadhorse, ya en el círculo polar ártico, y se pasa 10 de cada 12 meses del año cubierta de placas de hielo…

La autopista de hielo de Alaska: la «James W. Dalton Highway», o simplemente «Dalton Highway» 2

Trazado de la Dalton Highway por Alaska (Google maps).

La Dalton Highway es una de las carreteras más aisladas de EE.UU., con solo tres pequeñas poblaciones a lo largo de su trazado. A pesar de esto, transitan diariamente por ella entre 100 y 200 grandes camiones en la temporada de verano y entre 200 y 300 durante la temporada de invierno. Por estas latitudes se producen tormentas de nieve muy a menudo, incluso en el mes de agosto, lo que puede darnos una idea de las condiciones de la misma durante gran parte del año. Se podría decir que Dalton Highway es como una Highway to hell, pero no hacia el infierno de llamas y diablillos puñeteros que cantaba AC·DC, sino más bien hacia el Helheim escandinavo, que no era de fuego, sino de frío extremo y completa oscuridad.

La autopista Dalton permanece cubierta de hielo el 83 por ciento del año y por este motivo se la conoce como la «ruta de hielo de los camioneros» (ice road truckers trail). Conducir por ella con semejantes monstruos mecánicos exige una habilidad especial y gran destreza. Así lo atestigua una serie de televisión estadounidense de 2009 (Ice Road Truckers) que trata de las aventuras de los camioneros que conducen por estas remotas carreteras y que llegó a tener cierto éxito. En las imágenes se puede ver que la carretera está cubierta de placas de hielo mientras pasan por ella decenas de camiones en ambos sentidos. Lo cierto es que kilómetro tras kilómetro, principalmente en los meses de deshielo, el paisaje recuerda muchísimo a los paisajes de Islandia: la Dalton Highway es sinónimo de aventura, entornos extremos y vastos parajes, boscosos primero y desiertos después…

La autopista de hielo de Alaska: la «James W. Dalton Highway», o simplemente «Dalton Highway» 3

Desde Deadhorse hacia el Sur. Foto de Greg Bulla, www.gregbulla.com, Wikimedia Commons.

La autopista de hielo de Alaska: la «James W. Dalton Highway», o simplemente «Dalton Highway» 4

Uno de los tramos entre montañas. Foto de Micah Bochart, W. Commons.

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Amanecer sobre la Dalton Highway. Foto de Kelly, from Austin, W. Commons.

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El paso del río Yukón es uno de los más emblemáticos de la carretera. Foto de Stan Shebs, Wikimedia Commons.

Uno de los puntos emblemáticos de la carretera es el Atigun Pass, un paso montañoso que permanece nevado durante casi todo el año y que constituye una foto muy fidedigna de la esencia de Alaska. Además del Atigun Pass, otro de los puntos emblemáticos de la autopista es el paso del río Yukón, el más grande y caudaloso de Alaska, que es atravesado por un gigantesco puente. Es inevitable reconocer que durante los meses de junio y julio, cuando el paisaje se quita el manto de nieve que lo arropa durante el resto del año, la Dalton Highway se convierte en una de las rutas más increíbles que se pueden recorrer…

http://www.youtube.com/watch?v=hKlavLhMSRY

La autopista Dalton se pensó para prestar apoyo al transporte de crudo a través del sistema de oleoductos Trans-Alaska, y por ello discurre paralela a él. El oleoducto Trans-Alaska atraviesa de norte a sur ese brazo de Norteamérica, desde la bahía Prudhoe, junto a Deadhorse, hasta Valdez, un antiguo puesto comercial español establecido en el siglo XVIII y que todavía conserva el nombre. No muy lejos de Valdez se encuentra la población de Cordova, otro asentamiento español del siglo XVIII. Ambas localidades ostentan los topónimos españoles más septentrionales del mundo…

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