Si tuviéramos que decir uno de los momentos del año en que más ganas ponemos para todo, probablemente elegiríamos la Navidad. Si la semana pasada Destinia.com puso las ganas de tirar la casa por la ventana sorteando más de 30 premios –único entre las agencias de viajes online–, en esta ocasión tenemos ganas de que todos los destinianos descubran el lugar que lleva el nombre de la época más optimista del año: la Isla de Navidad, en el Océano Índico. En la actualidad pertenece a Australia, aun hallándose a cientos de kilómetros de su costa –y a tan sólo a 360 de Yakarta (Indonesia)–, y más del 60 por ciento de su superficie tiene la calificación de parque nacional gracias a su elevado grado de endemicidad. La isla en sí el Parque Nacional de la Isla de Navidad o, como dicen allí –el idioma oficial es el inglés– Christmas Island National Park.
La Isla de Navidad se llama de ese modo porque fue descubierta el 25 de diciembre de 1643 por un capitán de la Compañía Británica de las Indias Orientales, pero no se hizo mucho caso de ella hasta que se hallaron grandes cantidades de fosfatos a finales del siglo XIX. Ya en 1952 pasaría a manos de Australia, dentro de la famosa Commonwealth. En la actualidad, Isla de Navidad consta de una población multiétnica que no supera los 1.500 individuos. Por lo tanto, se trata prácticamente de una isla desierta, con las ventajas y desventajas que ello conlleva, pero de una isla desierta con aeropuerto internacional, con las ventajas que ello conlleva.
Ni Papá Noel ni los Reyes Magos pegan mucho en esta isla: para desgracia de todos los que vivimos en el hemisferio norte, Isla de Navidad tiene algunas de las mejores playas del mundo. Las más famosas son la de Lily, la de Dolly y la de Greta. No obstante, al ser una isla que no había estado habitada por seres humanos antes del año 1888, el equilibrio de la naturaleza y su grado de endemicidad son tan elevados que caminar por sus parajes naturales supone un placer para los sentidos. Recorrer sus caminos y recovecos es algo parecido a caminar por el paraíso, por lo que queremos recomendar algunas rutas para los viajeros que se aventuren a visitarla:
Todos los años cuando el clima deja atrás la estación seca para entrar en la estación de lluvias y, siguiendo el ciclo lunar, se produce un curioso fenómeno natural en Isla Navidad: la migración de los cangrejos rojos desde los bosques del interior de la isla hasta el océano para desovar. Las dimensiones del fenómeno son apabullantes, pues más de 100 millones de cangrejos parecen invadir la isla. Este curioso hábito cangrejil tiene lugar entre los meses de octubre y noviembre; los mejores lugares para apreciarlo en todas sus dimensiones son Drumsite, Flying Fish Cove –junto a la capital, The Settlement–, la playa de Ethel y la ya citada playa de Greta.
En definitiva, Isla de Navidad es un lugar para ser optimistas, donde el paraíso tiene una delegación terrenal permanente y en la que se pueden disfrutar cosas que se podría catalogar de maravillosas o increíbles, como la emigración masiva de cangrejos rojos. Solo podemos añadir que os deseamos ¡Felices Navidades! O, quizá deberíamos decir «¡feliz Isla de Navidad!».
Si lo deseáis, podéis obtener más información sobre Isla de Navidad en la página del Christmas Island National Park.
Comentarios