Imponentes volcanes, cielos impresionantes repletos de estrellas, profundos bosques, acogedoras playas y espectaculares miradores, han hecho que La Palma haya recibido el sobrenombre de la «isla bonita». Este destino volcánico, situado en la zona más noroccidental de las Canarias, es un destino donde sus amables habitantes parecen no tener nunca prisa. De ahí que sea el lugar ideal si lo que estás buscando son unas vacaciones de relax y tranquilidad. Y qué mejor manera de hacerlo que visitando algunos puntos de la isla donde solamente se respira serenidad.
Al sur de La Palma están ubicadas estas salinas declaradas Sitio de Interés Científico al ser el sitio de descanso elegido por numerosas aves migratorias. El contraste ofrecido en este punto de la isla, con el blanco de la sal, el azul del océano y el negro procedente de la tierra volcánica, ha conseguido que sea uno de los lugares más visitados de este destino. Sin duda, un espectáculo digno de ver.
En la zona más alta de la isla se encuentra el Roque de los Muchachos, considerado por muchos expertos como uno de los mejores lugares del mundo para observar el cielo. A los pies del mismo se encuentra una de las calderas volcánicas más grandes de todo el mundo: la de Taburiente.
Con sus más de 1500 metros de profundidad y cubierta de árboles y rocas con formas caprichosas, ha sido declarada Parque Nacional y es sin duda una parada obligada durante cualquier viaje a La Palma. Quien sufra de vértigo debe concienciarse de que va a presenciar un espectáculo visual de gran magnitud, por lo que merece la pena, al menos, intentar vencerlo. Además, si no hay nubes, es posible contemplar las vecinas islas de El Hierro, La Gomera y Tenerife asomando encima el mar.
Desde el mirador de la Cumbrecita también se pueden obtener unas vistas impresionantes de la anterior caldera. El mismo se encuentra en el municipio El Paso.
Una vez hayas podido acceder, disfrutarás de la tranquilidad que supone pasear por sus diferentes rutas rodeados totalmente de una naturaleza impresionante. Se recomienda alquilar un vehículo para moverse con total libertad por esta área, así como por toda la isla.
Foto: Abián Sangil
Y qué mejor manera de desconectar y disfrutar de la tranquilidad proporcionada por el océano Atlántico que subir a una embarcación en el Puerto de Tazacorte. Desde este punto salen varias rutas marítimas que te van a llevar hasta la cueva Bonita, un lugar mágico en cuyo techo podrás contemplar un espectáculo fascinante cuando los rayos del sol entran en contacto con el agua. Peces voladores y delfines van a ser testigos de tu paso por los fascinantes mares de La Palma.
El cielo nocturno de esta isla canaria es una verdadera lección de astronomía. Aléjate de las áreas urbanas y aprovecha la oscuridad nocturna para mirar al cielo y buscar constelaciones o contar estrellas. Pero sobre todo podrás disfrutar del silencio, de la quietud y de la tranquilidad de este entorno. Y no olvides pedir un deseo con cada una de las estrellas fugaces que veas.
Ahora solo te queda escoger tu hotel favorito y decidir la fecha en la que deseas viajar hasta La Palma para disfrutar de unas vacaciones de lo más relajadas.
Foto: Abián Sangil