La temperatura puede parecer primaveral, pero ya estamos en tiempo de vendimia. O sea, en tiempo de La Rioja. Recorrer la tierra de Gonzalo de Berceo de cata en cata puede ser una de las mejores ideas que puedes tener en otoño. Y, como somos muy majos, vamos a darte algunas sugerencias para que tengas la copa siempre medio llena. ¡Apunta!
Viña Ane, una copita con historia
En San Vicente de la Sonsierra, tierra de dólmenes y ermitas, de iglesias románicas y de historia, se erige esta bodega centenaria y crecen sus viñedos. De producción limitada para mantener la excelencia, de entre las variedades de los vinos Viña Ane Monje Garbati nos encanta Autor, por su sabor afrutado y fresco.
Si te animas, podrás conocer todos los pasos de la elaboración viticultora, inspeccionar la bodega y probar tres de sus vinos y aperitivos típicos de la zona.
¿Precio? 6€
Bodegas Alvia, un paseo entre cepas centenarias
La iglesia de San Saturnino domina Ventosa. Construida en el siglo XVI, su parte gótica sorprende al visitante tanto como el resto de la minúscula pero histórica localidad, enclave del Camino de Santiago francés. Y en esos campos, es donde a principios del siglo XX, los fundadores de Bodegas Alvia plantaron sus primeras cepas, que en la actualidad siguen dando sus frutos.
Según el día que escojas, podrás vivir el momento de la vendimia “en tiempo real” y después del duro trabajo degustar un vasito de MILETO, su gama más clásica que rememora a los Siete Sabios de Grecia.
¿Precio? 10 €
Bodegas David Moreno y su gincana vinícola
¿Te imaginas una gincana vinícola? ¡Pues sí, amigo, existe! Y la han ideado en Bodegas David Moreno. Ubicada Bardarán, recorre las barricas, viñedos y guardaviñas con tu equipo en busca de pistas, descubre los enigmas y prueba sus caldos como recompensa. ¡Te convertirás en un experto jugando!
¿Precio? 25€ la Vincana y 55€ si ésta incluye comida en la bodega. No te olvides de reservar con al menos tres días de antelación.
Bodega Carlos Moro, la innovación en el pueblo románico
Volvemos a San Vicente de la Sonsierra, y en esta ocasión, en vez de apostar por tradiciones centenarias lo hacemos por la innovación. Enmarcados en la denominación de origen de La Rioja Alta, si optas por visitarlos aprenderás a recolectar y reconocer las variedades de uvas, saborearás uno de sus blancos, mostos y como colofón final, productos gastronómicos artesanales de la comarca.
¿Precio? 30€
Briñas, un paseo entre viñedos
Aquí no vas a beber vino, pero vas a conocer de primera mano cómo es un viñedo y cómo en La Rioja, éstos son indisolubles de la historia. Desde La Casa de Legarda te invitan a explorar Briñas, donde la archiconocida bodega Viña Tondonia planta sus uvas. A lo largo de la senda vinícola podrás disfrutar de verdaderas reliquias arqueológicas como el Necrópolis de Perdigón, el Lagar Rupestre o el Santuario Celtíbero.
¿Precio? Gratuito si te alojas en La Casa. La actividad es mínimo para seis personas.
Fotografiando el vino
Aquí tampoco vas a beber vino, pero cuando salgas de la exposición probablemente tengas ganas de brindar. La fundación Vivanco, en Briones, acoge la mirada de Pasteur, Neruda, Picasso o el mismísimo Henri Cartier-Bresson sobre la cultura vinícola. “Pensando en vino. 40 años de coleccionismo” recoge una interesante selección de los fondos de documentación de la propia Fundación.
¿Precio? 5€ y además de ver la exposición podrás acceder a la bodega del Museo de la Cultura del Vino de Vivanco.