¿Se acerca Semana Santa y todavía no tienes plan? Aquí cinco viajes por menos de 600 euros que no podrás rechazar.
Cerdeña, el paraíso cercano
Si ya sueñas con el verano sin haber llegado aún la primavera, entonces, la ínsula italiana es el espejismo ideal. Sus calitas con aguas cristalinas, su historia –no podéis dejar de acercaros a las ruinas de la ciudad fenicia y romana de Tharros– y una cocina italiana propia la convierten en un destino irresistible. Por favor, viajad a Cerdeña y probad su queso pecorino sardo. Es una delicia.
De paseo por el norte de Marruecos
En este periplo por nuestro vecino mediterráneo, descubre la capital del Reino, Rabat, con la imponente casba de los Udayas y el Mausoleo de Mohamed V; Fez, la tercera ciudad del país y su centro religioso –atrévete a perderte por su medina–; Meknes o la conocida como “ciudad de arcilla” y las playas de Asilah. ¡Déjate cautivar por la riqueza cultural alauí!
La Valeta, ésa gran desconocida
Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1980, esta pequeña ciudadela es el perfecto ejemplo de convivencia de tradición y vanguardia. En menos de 55 hectáreas se erigen 320 monumentos, principalmente religiosos, que abarcan diferentes épocas; edificios que datan del siglo XVI, piezas barrocas, renacentistas o neoclásicas. En lo que a modernidad se refiere, maravíllate con la City Gate construida por el prestigioso Renzo Piano. Por último, te recomendamos los preciosos jardines bajos de Barrakka.
Una visita a La Perla del Adriático
Dubrovnik, resurgida cual Ave Fénix, brilla con luz propia. Es célebre por su paisaje, por sus playas de piedra bañadas por el Adriático, por la muralla que la rodea, con 16 torreones, por la catedral de Velika Gospa y el Palacio de Rectores, por joyas como el Palacio Sponza y por su oferta cultural. ¡Viaja a Croacia y no te pierdas este combo de descanso e historia!
Madeira, el trópico atlántico
A 400 kilómetros de Tenerife, en medio del Atlántico se encuentra esta singular isla portuguesa. Su clima soleado y cálido, con una temperatura media superior a 20ºC; su vegetación tropical, encabezada por ancianos bosques de laurisilvas, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999; y su gastronomía y caldos autóctonos, con el vino dulce de Madeira como símbolo, son sus mayores atractivos. ¿A qué esperas para viajar a Madeira?