Esta misma semana saltaba la noticia en las principales cabeceras: el cierre de Fabric se había revocado. El mítico club londinense, clausurado hace un par de meses, volvía a abrir. Los encargados de la sala se han encargado de anunciar a los cuatro vientos que la apertura tendrá lugar en los próximos días.
La campaña alrededor de la reapertura de la discoteca durante estos últimos meses había sido notoria. A ella se sumó el propio alcalde de la City, quien también ha colaborado con propuestas a favor de la vida nocturna, como la apertura del metro las 24 horas. Una iniciativa que pretende facilitar el transporte a todos aquellos que quieran disfrutar de la amplia oferta de baile con que cuenta la ciudad.
Te recordamos que un buen lugar donde estar al tanto de la actualidad noctámbula es la web de Resident Advisor, en la que las principales pistas de baile de la capital inglesa se anuncian. También puedes echar un vistazo a esta breve guía de la revista MixMag con paradas de metro y clubes. Mientras tanto, desde Destinia te marcamos el ritmo y te recomendamos siete espacios, más allá de Fabric, donde divertirse y estar al tanto de lo último en música electrónica.
El sudeste de Londres le está empezando a coger el testigo a la zona de Dalston, conocida por su febril actividad nocturna. Corsica es su estandarte más importante. Inaugurado hace once años y dividido en dos espacios, aquí podrás encontrar algunas de las citas más interesantes de la agenda del fin de semana. Entre ellas, no dejes pasar Jaded, la sesión del domingo, donde reinan el techno y dub de vertiente underground.
En el barrio de Peckam se sitúa uno de los clubes más curiosos del sur de Londres: el Canavan’s Pool Club. Como indica su nombre, son unos billares que por la noche se transforman en sala de baile. Muchas de las actividades más sugerentes y atractivas del clubbing inglés tienen lugar en estos antiguos salones recreativos. Slow Bounce es una de las disparatadas fiestas con las que cuentan, mitad campeonato de tenis de mesa, en una de las salas contiguas, mitad sesión de música disco.
Al este de Londres, en el corazón de Bethnal Green, tienes una de las discotecas que en estos últimos cinco años más está dando que hablar: Oval Space. De aire industrial y grandes dimensiones, su programación responde a los gustos de la electrónica más fascinante y seductora. Noches dedicadas a sellos españoles como Hivern o a figuras como Gold Panda están entre su cuidado cartel. En definitiva: techno, house y disco de calidad que no tiene nada que envidiarle al tan mentado Fabric.
Jazz, soul, funk, disco y todo lo relacionado con la música negra es lo que manda en este multiespacio ubicado también en Peckam: ya lo decíamos, es la zona que ahora mismo se encuentra más activa. El complejo de edificios acoge conferencias, ciclos de cine, teatro y talleres, pero además cuenta en una de sus plantas con sesiones como The South London Soul Train, dirigidas a los amantes del baile desenfrenado. Tendrás que entrenar en casa para no quedar en ridículo cuando sea tu turno en el line dance.
Con capacidad para 350 personas, la sala es una de las que aún mantiene el tirón de lo que fue en su momento Dalston. Con un potente equipo de sonido y una selección que oscila entre el house de artistas internacionales como Ettiene de Crecy o Dimitry from Paris y artistas ingleses de reconocido prestigio entre los que se encuentran Danny Howard. El ambiente que se respira es cercano. Techos bajos, poca luz y una estricta política de puerta hacen el resto.
Durante el día es una tienda de discos y cómics y por la noche se convierte en un concurrido bar de música electrónica. Rye Wax es otro de los espacios más solicitados por los noctámbulos londinense, lo mismo puedes ver un directo de un grupo de post punk, que bailar al ritmo de la escena local de dubstep y jungle. Entre el jueves y el domingo debes permanecer atento a sus redes sociales para enterarte de qué colectivo es el encargado de organizar sus fiestas.
Hackney ya no es lo que era –la tan manida gentrificación–, pero si uno se deja caer por el barrio puede acercarse hasta Oslo. Este espacio pluridisciplinar permite no solo danzar sino también cenar y disfrutar directos. Pegado a la estación de Hackney Central, todos los sábados lo dedican al house, el disco y el boogie en llamadas noches Locomotive.