Aunque no lo creamos, todos sabemos qué son los estupas; lo que no sabíamos es que se llamaban así. Nos ocurre algo parecido con las señales de tráfico: «¿Qué demonios son esas flechas… nos atacan los comanches?» Pero después sabemos qué significan y olvidamos la sensación de intranquilidad: «Ah, es un paso a nivel». La diferencia estriba en que los estupas son auténticas obras de arte.
Se trata de edificios religiosos que se crearon por impulso de las distintas religiones que han ido surgiendo en India, como el jainismo o el budismo. Es útil saber que la voz «estupa» viene del sánscrito, uno de los idiomas documentados más antiguos y el principal idioma religioso de la India: en esa lengua no sólo significa «edificio religioso», sino también «lugar al que se peregrina» por albergar en su interior algún tipo de reliquia importante para tal o cual culto. Así que es habitual que los creyentes peregrinen hasta sus estupas más importantes, lo que añade interés a estos curiosos lugares santos. Por supuesto, la arquitectura de los estupas está cargada de simbolismo religioso, un simbolismo sistematizado que hace referencia a los «cinco elementos cósmicos»: la tierra, el agua, el fuego, el aire y el éter o «espacio».
Más de uno se habrá dado cuenta de que en otras culturas, mucho más cercanas, podemos encontrar edificios y fenómenos similares. Por ejemplo, entre los musulmanes, el «estupa» más relevante sería la Kaaba, que custodia la famosa roca de la Meca. En España, la estupa más importante sería la catedral de Santiago de Compostela, donde descansan los restos del apóstol Santiago y adónde cientos de cristianos peregrinan cada vez que el 25 de julio cae en domingo.
Estos son los cinco primeros estupas que traemos en nuestra nueva serie de reportajes «Los 10 estupas más increíbles del mundo»:
¿Alguna vez habéis estado frente a alguno de estos increíbles lugares santos? Si es así, ¿en cuál? ¿Sentisteis algo especial, diferente?
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