Hace muchos siglos, los señores de Cabaret, que gobernaban en el actual municipio de Lastours —donde el departamento de Aude—, levantaron tres castillos sobre la cresta del monte de Lastours para demostrar y proteger su poder aristocrático. Los castillos se llamaban Cabaret, Surdespine y Quertinheux y fueron construidos en el siglo XI, en la cruel Edad Media.
Durante los 35 años de guerra que desató la Cruzada Albigense —la cruzada para destruir a los «herejes» cátaros, que se desarrolló entre 1209 y 1244— los castillos fueron sometidos a varios asedios, pues servían de refugio a un montón de cátaros que los señores de Cabaret habían acogido en su dominio. Los castillos se rindieron una primera vez en 1211 y una segunda vez en 1229 —al término de la cruzada—, tras la cual fueron saqueados y semiderruidos, mientras que los cátaros apresados sufrieron las intensas purgas acometidas por la recién creada Inquisición, en Francia. Así pues, Lastours fue uno de los últimos reductos cátaros de Francia.
Años después, el rey de Francia, deseoso de esclarecer quién era el que gobernaba en todo el país, ordenó reparar las fortalezas y levantar un cuarto castillo en la montaña de Lastours: la Torre Régine, que es el de menor tamaño de los cuatro y que consiste en una torre cilíndrica rodeada de un pequeño muro que hoy se encuentra completamente arruinado. Sin duda, la visión de estas fortalezas bien defendidas debía provocar en la Edad Media una sensación de pavor y un desánimo irresistibles a quienes pretendían conquistarlas… Hoy en cambio los castillos de Lastours constituyen una vista digna del ascetismo que practicaban los cátaros, tan preciosa como impresionante, ¿o no?
El interior del castillo de Cabaret albergaba una serie de edificios residenciales para la nobleza. Foto de Pethrus, Wikimedia Commons.
Así se ven los castillos desde los satélites, según Google maps (pulsad para verla a mayor tamaño):
En la actualidad existe una serie de rutas turísticas conocidas con el nombre de «rutas de los castillos cátaros» que recorren la región francesa de Languedoc, donde arraigó principalmente este culto. Algunas de las rutas existentes se pueden consultar en esta dirección.
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