Bastan solo unos minutos para pasar de Los Infiernos a El Purgatorio, pasando por El Limbo. Lo puedes hacer en vida y sin tenerte que ir muy lejos.
Porque Los Infiernos, El Purgatorio y El Limbo están en el municipio murciano de Torre Pacheco, muy cerca del Mar Menor. Son aldeas que se esconden entre los invernaderos y cuyo rasgo más destacado son sus nombres.
Dicen los lugareños que todo empezó en Los Infiernos, que entonces no tenía ese nombre. Pero un buen día, pasó por allí un hombre con un carro cargado con vasijas de barro. Los zagales de la la aldea lo atacaron a pedradas, destruyendo su carga. El viajero logró escapar y cuando, al llegar al siguiente pueblo le preguntaron de dónde venía, respondió: de los infiernos.
Y así se quedó el nombre. El resto vino de la gracia de la gente: a otra aldea comenzaron a llamarla El Purgatorio y a un paraje cercano El Limbo.
Hasta Los Infiernos llegan unos pocos turistas atraídos por la señalización que hay en la autovía. Buscan algún recuerdo y al no encontrarlo, alguno ha optado por robarse el cartel que hay a la entrada de la aldea.
En otras partes del mundo le sacan más partido a estos toponímicos. Recuerdo Hell es decir Infierno en español, en las islas Cayman, donde un hombre te recibe vestido de diablo y te vende postales con el matasellos del lugar. Vive de lo que le des por las fotos y de las postales que envías desde el infierno. Y el lugar figura en todas las guías turísticas.
Foto: Jorge Churba
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