Hay un gran número de lugares imprescindibles en Bélgica que no te puedes perder. Si estás pensando en hacer una escapada a este país, te vamos a ofrecer una pequeña guía que te será de gran ayuda. Aunque parezca una nación sobria, porque alberga la OTAN y tiene una gran responsabilidad, es una alternativa fantástica para conocer sus ciudades medievales, patrimonio arquitectónico y cultural, así como su exquisita gastronomía.
Hay ciertas particularidades de este país, que el viajero debe conocer antes de preparar la maleta. Por ejemplo, ¿sabías que se hablan tres idiomas oficiales? Una de sus curiosidades es que alberga el mayor número de embajadas y castillos por kilómetro cuadrado. Los amantes de la Edad Media están de suerte, porque sus ciudades siguen conservando todo su encanto antiguo.
Pero, aún hay mucho más. En nuestros recuerdos están algunos personajes de ficción, como Los Pitufos, Lucky Lucke o Tin tin. Todos estos famosos dibujos animados son de origen belga. Esto quiere decir que muchos de nosotros, que hemos crecido con estas entretenidas series infantiles, seguro que pensamos que la imaginación les sobra a los belgas.
Para responder a tu duda sobre que ver en Belgica, comenzamos nuestro recorrido por su capital. Bruselas. A pesar de su importancia en el mapa del mundo, es una ciudad tranquila y que destaca por su cultura y excelente gastronomía. Además, si eres goloso, te invita a degustar una buena cerveza artesanal, un gofre o un excelente chocolate.
Esta ciudad alberga una de las plazas más bonitas del mundo, se trata de la Grand Place, situada en el centro histórico de Bruselas. Por supuesto, hay otros sitios de interés que no debes perderte, como la Maison du Roi, la que fuera, en su día, la residencia de los reyes. No obstante, el edificio más espectacular es el Hotel de Ville, que data de mediados del siglo XV e impresiona por su torre de casi 100 metros de altura.
Durante tu estancia, también puedes aprovechar para acercarte a las Galerías Saint Hubert. Las conforman un total de tres: la Galería del Rey, la Galería de la Reina y la Galería de los Príncipes. Esta última se convirtió en una de los primeros enclaves comerciales de Europa. Por este motivo, su visita es prácticamente obligada.
La capital de Bélgica te invita a descubrir uno de sus lugares más emblemáticos. Se trata del barrio del Sablon, un atractivo turístico que tiene un jardín muy bien cuidado y una plaza con 48 estatuas de bronce. En sus proximidades, sobresale la iglesia Notre Dame du Sablone, uno de los templos religiosos más espectaculares de Europa. Sus vidrieras son únicas y el púlpito en madera labrada es una obra magistral.
A esta ciudad también se la conoce como «la Venecia del Norte» y cuenta con un gran número de lonjas, iglesias, palacios y casas señoriales. Tiene un pasado muy rico y próspero, porque atrajo a muchos comerciantes, personajes emblemáticos y artistas.
Brujas es un destino que tiene mucho que ofrecer al turista. Este es uno de los tesoros de Flandes, Patrimonio de la Humanidad, al que hay que dedicarle un día, como mínimo. Entre las diferentes opciones, está el Grote Markt, el mismo corazón de la ciudad, punto de partida de muchas rutas.
El Muelle del Rosario es uno de los canales más importantes y fotografiados. Sobresalen los edificios medievales con fachadas clásicas y te brinda una exquisita gastronomía, con patatas típicas del lugar. Asimismo, las calles Dijver y Wollenstraat son otros de los sitios de referencia para disfrutar de una buena cerveza artesanal en cualquiera de sus cervecerías tradicionales.
Esta es una de las ciudades más bonitas de Europa, de hecho, te cautivará desde el primer momento por su esencia medieval. Por si no lo sabías, se la conoce como la joya de Flandes y mueve mucha población joven, por ser una ciudad universitaria.
Otra de las visitas obligadas son los muelles de Gralei y Korenlei, indudablemente, de gran importancia por su historia. Incluso, todavía se pueden visitar algunas de las casas tradicionales, que se han mantenido intactas, hasta el día de hoy. Un recorrido a pie te servirá para conocer estas construcciones tan propias de este enclave.
Gante alberga un conjunto arquitectónico lleno de iglesias, canales, puentes, museos, castillos y muchos edificios medievales. Asimismo, otra de sus joyas más espectaculares es el puente de San Miguel, situado sobre el río Leie. Es uno de los lugares más indicados para tomarse una fotografía y disfrutar de los barcos navegando por el canal. Desde este enclave, disfrutarás de un atardecer único y lleno de matices.
Tal como hemos indicado, estamos en la tierra de los castillos; por esto, el Castillo de los Condes en Flandes, también denominado como Gravensteen, es una buena elección. Si quieres conocer una de las mayores fortalezas defensivas, que todavía se conservan un buen estado, esta es la ocasión perfecta.
Si todavía sigues teniendo dudas sobre que visitar en Belgica, te proponemos Amberes. Es una de las ciudades que, sin duda, debes incluir en la agenda y que sobresale, principalmente, por sus diamantes. Su gran riqueza fue empleada para construir muchos de sus edificios, como el Ayuntamiento o algunas de las casas, que se encuentran en la Plaza Mayor.
Amberes es un lugar lleno de encanto, con barrios y callejones, que invitan a perderse. El turista podrá conocer cada uno de los tesoros que encierran sus museos, iglesias y restaurantes. Sin duda alguna, es el sitio ideal para degustar unos fantásticos mejillones, recién sacados del mar, una buena cerveza y unas patatas exquisitas.
No obstante, antes de dar un salto en el mapa para visitar otra ciudad, lo mejor es perderse por el Callejón Vlaeykensgang. Aquí predominan sus casas tradicionales del siglo XVI, aunque algunas se han reconvertido en bares y restaurantes. Sus calles se caracterizan por ser muy estrechas y sus patios nos trasladan a la época medieval.
En la zona francófona del país está Namur, una ciudad que invita al paseo, a la relajación y al disfrute. Es un enclave muy pintoresco que se ha puesto de moda con el paso del tiempo. Esta ciudadela situada en la colina ha servido para proteger a los ciudadanos durante muchos siglos. Además, es la puerta de entrada a impresionantes bosques y a las famosas llanuras de las Ardenas.
Las plazas y calles empedradas te invitan a conocer edificaciones únicas, zonas verdes llenas cuidadas y restaurantes magníficos. Esta ciudad es muy próspera y garantiza un ambiente agradable y muy acogedor. También, destaca por ser una ciudad universitaria, por lo que se respira el dinamismo y la jovialidad de los estudiantes.
Entre las principales visitas guiadas se encuentran los túneles subterráneos, una oportunidad para conocer «el hormiguero más grande de Europa», tal como lo definió Napoleón. Esto quiere decir que esta ciudad fue uno de los lugares estratégicos para los gobernantes.
Esta es la segunda ciudad con mayor número de habitantes de Valonia, aunque no destaca por su atractivo. Sin embargo, ofrece un ambiente nocturno, intercultural y una gastronomía muy rica y variada. Los españoles e italianos han conseguido encontrar aquí su residencia y crear sus propias comunidades.
Uno de los puntos neurálgicos, lo hallarás en la Plaza Saint-Lambert. Aquí se erige la Catedral de Saint-Lambert, uno de los edificios góticos más impresionantes de Europa. Muy próximo se encuentra uno de los símbolos más significativos de la ciudad, el Perron en la Place du Marché.
La montaña de Bueren es otra de las propuestas durante tu viaje a Bélgica. Se la conoce como la escalera de 374 peldaños y conduce desde el mismo centro hasta la antigua ciudadela. Esta visita requiere de paciencia, pero merece la pena aprovechar para conocer y explorar cada uno de sus rincones.
En Lieja se pueden degustar muchos productos locales, como el chocolate, las albóndigas con patatas o sus sabrosos gofres. El pekel es una de sus bebidas típicas, una ginebra con diferentes sabores a frambuesa, mango o frutas. ¿Dónde puedes disfrutar de un buen sorbo? Sin duda alguna, en la Maison du Peket, ya que es uno de los lugares de referencia.
Si hay un pueblo coqueto y bonito en Bélgica este es Dinant, está situado en la región de Valonia. Apenas supera los 14 000 habitantes, pero, por eso, tiene esa apariencia tan acogedora. Su situación estratégica ha sido de gran importancia con el paso del tiempo. Por esta razón, esta ruta es una cita obligada en la agenda de cualquier viajero.
Si de algo puede presumir Dinat, es por dar a conocer la gran obra del inventor del saxofón, Adolphe Sax. Fue su ciudad natal y gracias a esta creación, los amantes del jazz tienen la oportunidad de rendir tributo a este gran fabricante de instrumentos musicales de Bélgica. En el 1920, el auge del saxofón fue tal que posicionó este género musical en el mapa del mundo.
La ciudadela es muy pintoresca y te invita a recorrer algunos de sus rincones, edificios y monumentos, como la colegiata Notre-Dame, la Masion de la Patphonie, un museo interactivo que merece la pena visitar. Además, si quieres tomar unas buenas fotografías, lo mejor es dirigirse a la Abadía de Notre-Dame de Leffe.
Una de las exquisiteces de este lugar está en su postre típico, un dulce que se parece a una galleta. La fama que la precede es que es uno de los delicatessen más duros de toda Europa. Sin embargo, es el favorito del lugar y se puede degustar con un buen café o chocolate.
En definitiva, hay muchas razones para viajar a este país y conocer algunos de los lugares imprescindibles en Bélgica. Hay un gran número de ciudades, tal como hemos nombrado, que tienen mucho que ofrecer al viajero. Por lo tanto, si este plan está dentro de tus preferencias para un fin de semana o tus próximas vacaciones, haz tu reserva lo antes posible para elegir el vuelo y el alojamiento al mejor precio.