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Octubre y noviembre son sinónimo de setas. Salir al campo en esta época implica lluvias, humedad y, si estamos atentos, recolectar un buen puñado de níscalos y boletus. Para ello hay que saber muy bien las zonas de recogida de setas, identificar los ejemplares (¡no todas se pueden comer!) y seguir unas normas básicas. Ármate de una cesta de mimbre, pégate el madrugón y lánzate a recorrer los robledales y hayedos que más cerca te pillen (ojo, que en algunas comarcas es necesario solicitar un permiso para recolectarlas). Desde Destinia te indicamos cinco lugares donde poder cazar setas, además de disfrutar de un paisaje único en estas fechas, y nos mojamos recomendándote restaurantes de la zona donde poder degustarlas (sin tener que haberlas cogido tú mismo).

Parque Natural de las Sierras Subbéticas (Córdoba)

 

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#Zuheros #cordoba #andalucia

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Las sierras subbéticas ocupan ocho municipios de la comunidad de Andalucía. Un paraje singular y único, repleto de sendas y en el que si se está atento uno puede venirse con las manos llenas de gurumelos y níscalos. La ruta puede comenzar en la Venta de los Pelaos, continuar en la Ermita de la Sierra y terminar en Zuheros. La zona cuenta con más de 12.000 especies vegetales y algunos lugares que no podemos dejar de visitar como la famosa Cueva de los Murciélagos o el Manantial de Zambra.

Un restaurante: Taberna Bodegas Campos (C/ Lineros, 32. Córdoba). Llevan desde 1908 dando de comer a todo el que por allí pasa. Sus especialidades son el rabo de toro, los flamenquines y las berenjenas fritas. Sin embargo, durante las jornadas de las setas y los hongos (a finales de noviembre) no es difícil encontrarse un arroz meloso con trompetas de la muerte o raviolis de boletus y piñones. No puedes dejarte caer por la ciudad califal este otoño y no probarlo.

Valle del Lozoya (Madrid)

 

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Boletus edulis. Sobran las palabras. #elbrote #setas #boletus #temporada #otoño #maravilloso #producto

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Aficionados a la micología y grupos de amigos que realizan senderismo pasean los bosques y praderas del Valle del Lozoya. Si estamos atentos y nos hemos levantado temprano, tendremos la oportunidad de hacernos con algunos de los mejores ejemplares de setas de cardo, boletus edulis o perrechicos. Auténticos manjares de cualquier cazador de hongos. La sierra norte de Madrid y en especial el corazón del Valle Alto del Lozoya albergan una colección sin igual de saucos, majuelos y fresnos, donde no es difícil ver nidos de cigüeña blanca.

Un restaurante: El Brote (C/ de la Ruda, 14. Madrid). Puede que sea el mejor restaurante de Madrid si hablamos de setas. Y no solo en temporada. Sus ojeadores y proveedores, que tiene por toda la península, consiguen que su carta vaya moviéndose a diario. Chantarelas, angulas de monte o trompetas de la muerte son solo algunas de las variantes que podremos encontrar. Novedosa también es la manera de servirlas, desde un paté a un guiso, pasando por un carpaccio. Sin duda, será el broche perfecto para tu escapada a Madrid.

Castellar del Riu (Cataluña)

 

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#SantLlorençdelsPorxos #CastellardelRiu #berguedà #berguedàmeravellós #catalunya

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Las primeras lluvias del otoño dejan en este pequeño municipio del interior catalán el mayor número de setas por hectárea según un estudio del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF). Un verdadero paraíso para recoger setas, donde localizar abundantes hongos del tipo pinetell, camagroc, rossinyol y fredolic. A todo esto hay que añadir la belleza de los bosques del norte de Catalunya, mucho más rico en biodiversidad que el sur. El haya y el roble son las dos especies que imperan junto al pino silvestre.

Un restaurante: Sergi de Meià (C/ Aribau, 106). Proximidad o slow food son algunos de los calificativos que adornan la cocina de uno de los referentes seteros de la Ciudad Condal. En su local del Eixample se puede degustar arroz de tortola, negrillas y trompetas, ensalada de trucha y caviar con setas o ensalada de pato crujiente y boletus. Aprovecha para completar tu estancia en Barcelona visitando la ciudad.

Parque Natural de Gorbeia (Pais Vasco)

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El parque natural de Gorbeia, que limita el País Vasco con Alaba, es el más extenso de toda la región y uno de los 15 mejores paisajes de España en otoño. Más de 20.000 hectáreas cargadas de historia, en donde algunas de sus catorce sendas permiten que conozcamos menhires, bosques o arroyos. Junto a ellos no será difícil que demos con ejemplares de boletus, amanitas y ramarias. Un lugar mágico que no pasa inadvertido para los seteros más concienzudos.

Un restaurante: Asador Landa (C/ Garagarza, 32. Mendaro). En el valle de Aranerreka se ubica este asador familiar que bien vale el viaje si de lo que hablamos es de zampar setas como si no hubiera mañana. La familia Landa se encarga de servir platos como los boletus salteados con yema de huevo y hongos con foie.

Valle de Ultzama (Navarra)

 

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#ultzama #perretxikoak #natura #pagadia #haritzak #udazkena

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A solo 25 kilómetros de Pamplona –una ciudad cómoda para alojarse– se sitúa el corazón del Valle de Ultzama, otro paraíso para los recolectores de setas. El parque micológico, además, es pionero en la protección de estos hongos. Todos los que desean recolectarlos tendrán que abonar una cuota de cinco euros y no podrán excederse de los ocho kilos. Son medidas que apuestan por la regulación y, aunque muchos lugares no lo indiquen, también dan una serie de pautas para proteger este querido ecosistema: como que portemos con nosotros una navaja, para no arrancar las raíces de cuajo o hagamos uso de cestas que permitan la aireación.

Un restaurante: Restaurante Orgi Jatetxea (C/ San Simón 1. Lizaso) Mikel Odriozola lleva doce años ofreciendo uno de los menús micológicos más elaborados de toda la geografía española. No es para menos, viendo la zona que lo rodea. En temporada se pueden degustar boletus edulis salteados con panceta, ensalada de gamuzas confitadas y raviolis de chantarelas, entre otros manjares.

Si el tema te interesa, puedes consultar otros artículos que sobre recogida de setas hemos publicado.

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Acerca del autor

Escribo sobre cultura y gastronomía en El País, El Diario y Madrid Diferente. Presento, junto a José Manuel Costa, el programa Retromanía en Radio 3 Extra y comisario el festival de música Electrónica en Abril, en La Casa Encendida. Nací en 1980 en el Alto de Extremadura, al otro lado del Manzanares. Ni céntrico, ni periférico. Soy malo poniendo acentos.

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