Así es. Los visitantes se quedan atrapados en el llamado “triángulo del arte”: Prado, Thyssen y Reina Sofía son los museos que mayor afluencia de público reciben al año. Y no es de extrañar. Sus colecciones permanentes aglutinan piezas capitales de casi todos los períodos artísticos y sus exposiciones temporales suelen importar obras de centros como el Louvre o el Hermitage. Sin embargo, existe otro Madrid museístico, mucho menos grandilocuente pero mucho más entroncado con la historia y con los edificios singulares en los que se ubica.
Una segunda mirada a la ciudad que nos gustaría mostraros aprovechando la Museum Week. Una iniciativa internacional ideada en Francia que se desarrolla en Twitter y que pretende celebrar estos lugares de conservación y mostrar cada día de la semana una de sus facetas. Hoy el tema es la arquitectura, así que no te pierdas el recorrido que tenemos preparado. Y por si quieres compartirlo en redes sociales el hashtag es #HeritageMW.
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Alcalá, 13)
Nada más doblar una de las esquinas de la mismísima Puerta del Sol se encuentra el Palacio de Goyeneche, sede de la Academia desde finales del XVIII. No me lo digas, ¡no te suena de nada! Es que este palacio urbano, de corte neoclásico pero con algunos elementos de barroco tardío, se mimetiza a la perfección con el skyline colindante.
Encargado en un principio a los hermanos Churriguera –sí, los del estilo churrigueresco, basado en la sobredecoración– por el banquero navarro Juan de Goyeneche, en sus posteriores renovaciones participaron arquitectos tan importantes de la historia española como Fernando Chueca. El palacete es imponente tanto por dentro como por fuera.
Su colección permanente recoge obras maestras de la pintura italiana, flamenca y española, con obras de autores tan representativos como Goya, Madrazo, Arcimboldo o Juan Gris. Sus exposiciones temporales son el envés de esta línea: contemporaneidad y diversidad de artes plásticas, tal y como se puede apreciar en la exhibición que alberga actualmente. Se trata de una muestra colectiva de fotografía de la época en que Marruecos era un protectorado, contrapuesto con imágenes actuales del país bastante interesante.
Horario: martes a domingo de 10:00 a 15:00.
Precio: 8 euros (consultar excepciones en la web).
¿Merece la pena por? Sus obras clásicas desconocidas y sus majestuosas estancias.
Casa Museo de Lope de Vega (Cervantes, 11)
¡Éste sí que pasa totalmente desapercibido! En la zona de Huertas se erige la que fue la casa del autor de Fuenteovejuna. Construida en 1578, se mantiene exactamente igual. Se puede visitar la librería, el oratorio, la cocina, el cuarto de sus hijas o la propia alcoba del escritor del Siglo de Oro, que se mantienen con mobiliario y decoración prácticamente intactos. El edificio, de tres pisos, tiene además un precioso jardín con huerto, ideal para refugiarse del mundanal ruido.
Horario: de martes a domingo de 10:00 a 18:00 (excepto el 1 y 6 de enero, el 9 de mayo, y 24, 25 y 31 de diciembre).
Precio: gratuito pero con cita previa para el museo. El jardín es de libre acceso.
¿Merece la pena por? Su jardín es perfecto para sentarse a leer en primavera.
Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara (Callejón de Fuenterrabía, 2)
En 1720 y siguiendo la estela de sus ilustrados vecinos europeos, Felipe V creó esta manufactura de tapices y alfombras de lujo. En sus inicios, su presente ubicación estaba a las afueras de la ciudad, pero ahora no tienes más que callejear desde Atocha para llegar a él. Reconvertida a Fundación en 1966 y declarada Bien de Interés Cultural en 2006, en ella se protegen, desarrollan y divulgan estas técnicas artesanales de creación. Durante el paseo, podrás no sólo conocerlas si no contemplar tapices, alfombras y pinturas, incluidos los diseñados por Goya.
El edificio, neomudéjar, también es una joya y tiene un propio y salvaje oasis interior cargado de vegetación.
Horario: De lunes a viernes de 10:00 a 14:00. Agosto cerrado.
Precio: 4 euros, adultos; 3 euros, niños.
¿Merece la pena por? Conocer una técnica tan ancestral, disfrutar de la otra cara de artistas como Goya y darse una vuelta por el agreste parque interior.
Museo ICO (Zorrilla, 3)
Este edificio contemporáneo se ubica muy cerca de las Cortes y acoge exposiciones temporales sobre arquitectura, siendo la disciplina fotográfica la más popular. La amalgama de temas relacionados que trata va desde un monográfico sobre el vanguardista estudio catalán RCR –exposición actual– hasta abordar en imágenes la problemática de la explotación de la costa del Levante o la apertura del debate en torno a faraónicas obras públicas abandonadas. Muy interesante para conocer la historia de la edificación en España y la relación que establece con el ciudadano y las instituciones.
Horario: de martes a sábado de 11:00 a 20:00; festivos y domingos de 10:00 a 14:00
Precio: gratuito
¿Merece la pena por? Su retrato de España, las problemáticas que plantea y, en general, por la calidad visual de lo que muestra.
Con más de 3.500 fósiles, rocas y minerales expuestos, este es un espacio idóneo para visitar con los más pequeños. Su sede fue construida a principios de los años 20, notándose en los elementos decorativos: enormes vidrieras y un palaciego patio central con escalera de mármol. Como bonus track te contamos que está al lado de la Escuela de Ingeniería de Minas, precioso edificio colindante, donde un domingo al mes hay un mercadillo de minerales y gemas que no deberías perderte.
Horario: de lunes a sábado de 9:00 a 14:00.
Precio: gratuito.
¿Merece la pena por? La cantidad de animales y piedras que no sabías que existían.