han contado numerosos detalles sobre esa misteriosa isla que desapareció bajo el agua del océano atlántico hace casi 10.000 años. Pero no hay que adentrarse tanto en la historia, ni partir allende los mares para descubrir pueblos sumergidos bajo el agua. España también guarda sus “pequeñas Atlántidas”, villas ocultas en embalses y pantanos, por culpa de las grandes obras hidráulicas del siglo XX.
En 1962 comenzó la construcción del embalse de Belesar y el pueblo de Portomarín se trasladó al cercano Monte do Cristo. En este nuevo emplazamiento se empezaron a construir todos los edificios civiles y religiosos necesarios para que los habitantes hicieran su vida diaria. Pero cada año, el descenso del nivel de agua deja al descubierto el viejo pueblo de Portomarín. Si te das un paseo por la zona podrás ver el viejo palco de la orquesta, el cementerio con sus nichos y los restos de algunas casas. Si haces el Camino de Santiago, está en tu senda. Y puedes alojarte aquí.
Pero estas no son las únicas edificaciones escondidas en Galicia: el puente romano de la Vía Nova en el embalse de Bárcena cercano a Ponferrada, que unía Lucus Augusti con Asturica Augusta (Astorga) es otra de ellas.
Aún estando el pantano en su máxima capacidad el campanario de la iglesia románica de la antigua ciudad de Sant Romà de Sau sobresale en las aguas del embalse homónimo. La obra hidráulica se empezó a construir en 1962, momento en el que el pueblo tuvo que trasladarse. Si visitas la zona podrás ver también el cementerio y lo que queda de algunas casas.
En Lleida, Tragó de Noguera era un pueblo importante de la comarca del Noguera pero en los años 60 fue destruido para construir el el embalse de Santa Ana. Aún así si te acercas podrás ver los restos de algunas edificaciones como el castillo de Tragó, la ermita de Santa Lucía y el monasterio cisterciense de Vallverd, construido en 1172.
A finales de los 50 del pasado siglo se construyó el embalse de Mansilla, en el río Najerilla. El poblado fue trasladado a unos kilómetros y su puente más famoso, el de Suso, fue movido piedra a piedra en el año 2000 desde el fondo del embalse y reconstruido en la entrada del villorrío.Si visitas la zona en septiembre u octubre podrás ver lo que queda del pueblo abandonado.
Cuando te acercas al embalse de Mediano en Huesca, se ve el campanario de la iglesia románica del antiguo pueblo de Mediano que sobresale entre sus aguas, el único edificio que quedó de pie tras la inundación de la población en 1974. Si te atreves a bucear por el embalse podrás ver la fachada de la iglesia e incluso su interior.
En Huesca también hay otros pueblos bajo embalses como el de Lanuza. La población quedó bajo el agua cuando en 1976 se empezó a construir el embalse. Actualmente se han recuperado algunos edificios del pueblo desaparecido.
En los años 50 del pasado siglo se construyó el embalse del Ebro quedando ocultos bajo las aguas las poblaciones cántabras de Las Rozas De Valdearroyo, Medianedo, La Magdalena, Quintanilla y Quintanilla de Bustamante. De todas las edificaciones de estos municipios sobrevivió la iglesia de San Roque en Villanueva aunque el agua llega casi hasta el campanario y por ello es conocida como La Catedral de los Peces. Puedes visitarla gracias a una pasarela de madera y ascender por el interior través de una escalera de caracol. La zona está declarada Refugio Nacional de Aves Acuáticas desde 1983 y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en el año 2000.
La población de La Muedra en Soria fue abandonada en 1936 para construir el embalse de la Cuerda del Pozo pero aún se puede ver su campanario asomando entre el agua y las ruinas del cementerio que estaba construido a mayor altura. En esta zona sus habitantes no se resignan a ver morir su hogar, cuyos primeros testimonios se remontaban al siglo XIV.
El originario Tous estaba ubicado muy próximo al río Júcar y durante el siglo XIX sufrió varias inundaciones importantes. En la segunda mitad del XX, fue trasladado del valle del Júcar hacia La Ribera, a unos 13 kilómetros de distancia, para construir la presa de Tous. Del antiguo Tous sólo se conserva la fachada de la iglesia que se conserva en el nuevo pueblo.
En la Comunidad Valenciana también encontramos otro pueblo sepultado en el embalse de Benágebe; el pueblo que da nombre al embalse fue trasladado unos cinco kilómetros. En los años 40 del pasado siglo y mientras construían el embalse, los trabajadores construyeron un poblado conocido como Pantano de Benágeber en el que aún viven personas.
Los habitantes de Peñarrubia, perteneciente al Condado del Teba fueron desalojados en 1971 para construir el embalse del Teba y las presas del Guadalhorce y del Guadalteba; sólo se conservó la iglesia, el colegio y el cuartel de la Guardia Civil y en época de sequías o incluso veranos secos es posible ver los restos de la iglesia y del cementerio del pueblo.