Si buscas escaparte de Madrid por unas horas y descubrir un nuevo destino con mucha historia y sitios que visitar, ¡La encantadora ciudad de Segovia es tu lugar! Hasta Segovia llegarás en menos de media hora en tren y aquí podrás comer bien -imprescindible su cochinillo asado- y visitar lugares tan bonitos y con tanta historia como su Alcázar y su famoso acueducto. Y es que visitamos una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad desde diciembre de 1985.
Seguramente ya tendrás la imagen del Acueducto de Segovia en la retina, pero la ciudad nos ofrece mucho más y en este post te descubriremos algunos tips para que disfrutes de la escapada a Segovia al 100 por 100.
Pero empecemos por lo más conocido de Segovia, su Acueducto con 167 arcos y casi 30 metros de alto y que fue construido en los primeros años del Siglo II por los romanos. Se construyó para traer agua potable a la ciudad desde la Sierra de Guadarrama. Una de las mejores huellas que dejaron los romanos de su asentamiento en la Península Ibérica y una gran obra de ingeniería que aún hoy se sigue estudiando. Con la Plaza del Azoguejo a la izquierda y la Plaza de la Artillería a la derecha, el Acueducto parece que divide la ciudad en dos. No te olvides ver el Acueducto por la noche, iluminado es impresionante. A la luz de la luna puedes darte un paseo por sus alrededores y descubrir su magia.
Si quieres seguir descubriendo los rastros de este acueducto y su funcionamiento, dirígete hasta la Plaza Mayor donde hay restos de un desarenador que se usaba para eliminar las impurezas del agua. Ya en la plaza verás que hay un bonito quiosco o templete de música, muy utilizado en tiempos pasados para animar a los segovianos. En la plaza también se encuentra la Casa-Ayuntamiento, y es que estamos en el corazón de la ciudad -sobre todo los jueves que es Día de Mercado- junto a la plaza del Azoguejo. La Plaza Mayor queda delimitada a un lado por la Catedral y del otro por la Iglesia de San Miguel.
Pero desde luego, la protagonista indiscutible de la Plaza Mayor de Segovia es la Catedral y es un edificio obligatorio que ver en Segovia. Una de las grandes joyas artísticas religiosas de nuestro país de estilo gótico tardío, con un claustro de origen románico y planta de cruz latina donde destaca su impresionante altar neoclásico firmado por el arquitecto italiano Sabatini rodeado por 18 capillas. Fíjate también en su torre, tardó 38 años en construirse y desde sus campañas se llamaba a los fieles o se anuncia la muerte de un rey.
Imprescindible es la visita a su Museo Catedralicio que conserva más de 500 incunables, entre ellos uno de los primeros libros impresos en España, el Sinodal de Aguilafuente en 1472. Aquí también verás en la Sala de Bajo Claustro una impresionante colección de tapices flamencos del siglo XVII.
¿Sabías que el famoso escritor Antonio Machado vivió en Segovia? Pues a unos pasos de la Catedral se encuentra la casa-museo de Antonio Machado; aquí vivió unos 12 años mientras ejercía de profesor de francés. Con otros literatos de la época fundó en Segovia la Universidad Popular. En la casa-museo se pueden ver retratos y recuerdos de su paso por la ciudad y una bonita escultura del escritor en el jardín lleno de rosales.
Si te gusta dar paseos y descubrir tus destinos a pie, es momento de recorrer el paseo que rodea las murallas de la ciudad de unos 3 kilómetros. Pasarás por la puerta de San Andrés del siglo XII y si sigues por la calle Daoiz, rodeado por un profundo foso, se eleva el impresionante Alcázar de Segovia. Un castillo de ensueño -inspiración para Disney-, lugar de reyes castellanos y leoneses, enclavado en una roca entre los ríos Eresma y Clamores que tuvo orígenes militares.
Si tienes tiempo, la visita al palacio te descubre las mejores estancias palaciegas del Alcázar de Segovia: la Sala del Palacio Viejo, la Sala de la Chimenea, la Sala del Trono, la Sala de la Galera, la Sala de las Piñas, la Cámara Regia, la Sala de Reyes, la Sala del Cordón, la Capilla, la Sala de Armas, la Sala Real del Colegio de Artillería y la Sala Vizconde de Altamira y Espera. La Terraza de Reyes – con unas vistas increíbles de Segovia- y la Torre de Juan II.
Para poner el broche a esta visita te recomendamos que vuelvas a la zona del Acueducto, aquí se esconden los mejores locales para comer el tradicional cochinillo asado de Segovia. En plena Plaza del Azoguejo está el conocido Mesón de Cándido, el restaurante más famoso para comer este plato de carne segoviano. Otro de los más conocidos para comer el cochinillo es el Restaurante José María, muy cerca de la Catedral, lugar ideal para catar también un buen Ribera del Duero.