Las Islas Azores no dejan indiferente a nadie. Al llegar, te encontrarás con una naturaleza única, pues el aislamiento geográfico ha generado gran cantidad de especies endémicas y un paisaje con una espléndida belleza. Es un destino obligatorio para todos los viajeros amantes del deporte, de la naturaleza y con alma aventurera.
En el Poço da Ribeira do Ferreiro vas a encontrar un farallón cubierto de vegetación, por el que descienden varios saltos de agua que se reúnen en una laguna. En la Reserva Forestal de Morro Alto te esperan los lagos de Comprida y Negra, y en el mirador te seducirá el imponente paisaje. En Lagoa Branca, muy cerca, hay miles de ranas que te divertirán con los fuertes sonidos que emiten.
Con un paseo en barco te deleitará el avistamiento de ballenas, y podrás llegar a playas escondidas y remotas, a las que no es factible acceder de otra manera. No puedes perderte la visita al Caldeirao, el enorme cráter del volcán apagado que ocupa buena parte de la isla. Hay un sendero marcado, el PRC02 COR, que recorre el interior de la caldera y que disfrutarás muchísimo si lo que te va es el hiking.
La capital, Angra do Heroismo, es Patrimonio de la Humanidad y parada obligatoria en muchas rutas atlánticas. Algar do Carvão constituye un atractivo turístico importante. Se trata de una caverna volcánica enorme, y vas a descender por su chimenea, de noventa metros. Está revestida de un tapiz vegetal en el que aún se evidencian los antiguos ríos de lava.
El Jardín Duque da Terceira es un jardín botánico bellísimo que mezcla diversos estilos de paisajismo. Su museo, el MAH, alberga colecciones de etnografía, armas, escultura y pintura, entre otras.
Santa Cruz da Graciosa, la capital, es un pueblo en buen estado de conservación, asentado en un volcán, en cuya cima se han construido tres capillas muy hermosas. El cráter se aprovechó para una plaza de toros, y podrás aprender mucho de la cultura local en el Museu da Graciosa.
Su gran atractivo es la Furna do Enxofre, una enorme caverna lávica, a la que entrarás por una torre de piedra. Es única en la gama espeleológica mundial, y tiene un techo perfectamente abovedado.
Para estar en contacto con la naturaleza, sube a la cima del pico de la Esperanza, con 1.053 metros de altura. Es un trayecto de cinco horas y podrás admirar los más abruptos y diversos paisajes. Un paseo en la Reserva Forestal Sete Fontes te llevará a bosques de árboles exóticos, y las piscinas naturales de Fajã Grande son un lugar ideal para pasar el día.
A Pico la llaman la Isla Montaña, ya que alberga la más elevada de todo Portugal, con más de 2300 metros de altura. Los campos de lava son perfectos para la vid, especialmente la variedad verdelho. Si te decides por el hiking, vas a divisar las islas Faial, São Jorge, Graciosa y Terceira desde la cima. Quedarás deslumbrado al visitar los Arcos do Cachorro, un conglomerado de lava con grutas y túneles por donde se adentra el oleaje.
La Isla Azul, como la llaman, debe su sobrenombre a los setos de hortensias en flor que la adornan por todas partes con sus tonos pastel. Si quieres darte un buen baño, visita las playas de Almoxarife y de Conceição; desde esta última verás la isla de Pico. Ir al mar es una gozada, pues vas a practicar remo, vela, surf y paddle surf. Los paseos a pie, en bicicleta o en jeep 4×4 son un must.
La Isla Sol es la de clima más cálido, pero la intensa brisa es perfecta para el parapente. También te ofrece sus cavernas para recorrerlas a gusto, y las mejores son las Furnas Velha y Santana.
Los principales senderos para el trekking son el de Maia a Santo Espíritu y el de Santa Bárbara a la bahía de San Lorenzo. Para una experiencia de buceo especial, en Ambrósio verás una multitud de mantas, con su elegante forma de nadar.
Ponta Delgada, la capital del archipiélago, es una preciosa muestra de arquitectura de las islas, hecha con basalto. Al lado de la Plaza Mayor hay unas puertas que debes atravesar dos veces si quieres regresar a esta isla.
Las Termas das Caldeiras y las de Ferraria te esperan con su gran riqueza mineral, un bálsamo para el cuerpo y el espíritu. Hay un ecosistema sumergido al que vas a llegar con tu equipo de buceo. Te brinda una rica fauna, además de restos de naufragios y volcanes submarinos.
Como puedes ver, Las Azores tienen decenas de rincones inolvidables que querrás visitar y mil actividades para realizar en plena naturaleza. Ahora toca organizar tu viaje a las Azores para disfrutarlo en vivo y en directo.