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Hay miles de razones por las que visitar Portugal. Desde los atardeceres sobre el río Tajo o una romántica cena en la Ribeira del Duero en Oporto, pasando por las magníficas playas del Algarve o terminando por los, desconocidos para muchos, preciosos pueblos del norte del país. Recorrer Portugal es un planazo para unas grandes vacaciones. Y no vamos a negar que uno de los principales atractivos para viajar al país vecino es su increíble gastronomía, cada vez más influyente en el círculo de la alta cocina así como en los hogares de otros países, como España.

Bacalao en Portugal

Aunque Portugal cuenta con una cultura gastronómica impresionante, con una cantidad de platos típicos que harían la delicia de cualquier viajero, si hay un producto estrella en el que todos pensamos cuando hablamos de gastronomía portuguesa es, sin duda, el bacalao. Aunque hay varias teorías de por qué un pescado que no se podía pescar en los alrededores del país ha calado tanto en las recetas tradicionales del país, lo cierto es que es el centro de gran parte de las recetas tradicionales de su gastronomía, pudiendo presumir de que disponen de más de mil recetas originales con el bacalao como ingrediente principal. Hoy nos vamos a centrar en una de las más famosas, también de las más sabrosas y que, además, es bastante sencilla de cocinar. Se trata del bacalhau à brás (bacalao dorado) y si seguís los siguientes pasos os va a quedar de rechupete.

Ingredientes Receta Bacalhau à brás (4 raciones):

  • 500 gramos Bacalao salado (a poder ser desmigado).
  • 6 huevos.
  • 5 patatas nuevas.
  • 2 cebollas blancas.
  • Aceitunas negras sin hueso.
  • Perejil fresco.
  • Aceite de oliva.
  • Aceite de girasol.
  • Sal.
  • Pimienta.

bacalao a bras

Pasos Receta Bacalhau à brás

  1. Toca desalar el bacalao. Lo primero es desmigarlo, comprando que quitas todas las espinas supervivientes. Por supuesto, hoy en día ya existen bastantes marcas que te lo presentan ya desmigado y limpio, así que si lo compraste así eso que te ahorras. A continuación lo hechas en un bol con agua y lo dejas reposar 10 minutos. pasados esos 10 minutos, cambias el agua y repites el proceso otros 10 minutos. Después ponlo en una escurridera bajo un buen chorro de agua fría para quitar los restos de sal que puedan quedar.
  2. Pela las patatas y con un cuchillo córtalas en forma de bastoncillos lo más finos posibles, para que te queden al estilo «patatas paja». Si dispones de una mandolina, este proceso te será mucho más sencillo y rápido. Una vez cortadas, ponlas en un bol con abundantes agua y déjalas reposando durante 10 minutos, moviéndolas un par de veces para que suelten todo el almidón y luego no se peguen unas con otras. A continuación, las sacas y ,con un papel de cocina, les quitas el agua sobrante.
  3. Pela las cebollas, córtalas por la mitad y saca una juliana lo más fina posible.
  4. En una sartén añade un buen chorro de aceite de oliva y añade la cebolla, dejando pochar a fuego medio hasta que se ablande y empiece a estar transparente.
  5. Añade el bacalao, con una pizca de pimienta negra, revuelve bien y deja cocinar unos 5 minutos a fuego medio/bajo mientras se mezclan todos los sabores. Por cierto, ni se te ocurra echar sal de momento, con la sal del bacalao de momento hay más que suficiente, si no al final siempre podrás corregir. Deja reposar.
  6. En otra sartén, añade una buena cantidad de aceite de girasol y ve friendo las patatas por tandas, retirándolas en un plato con papel absorbente, para que se vayan haciendo bien a fuego medio.
  7. Añade todas las patatas fritas a la sartén con la cebolla y el bacalao, mezcla bien y deja que se cocine durante 3-4 minutos a fuego medio.
  8. Mientras tanto bate los huevos y añádelos, mezclando bien por toda la sartén, para que bañen todos los ingredientes. Aquí entra en juego el gusto personal. A nosotros nos gusta más bien jugosito, sin que el huevo se cuaje del todo. Lo importante es que lo hagas a fuego, bajo o medio para poder controlar perfectamente la cocción del huevo. Cuando esté al punto que tu deseas, quitas el fuego.
  9. Puedes servir sobre la misma sartén, en una fuente o en una cazuela de cerámica. Queda muy bien en cualquiera de las opciones. Solo te queda espolvorear con perejil y colocar unas cuantas aceitunas negras cortadas por la mitad por encima.

 

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