¿Harto de atascos y de no encontrar donde dejar aparcado el coche? Tenemos una alternativa en materia de transporte para que tus próximas vacaciones sean mucho más relajadas. Escoge cualquiera de los destinos que te proponemos a continuación y… ¡Llega y coge el teleférico a la playa! Rápido, cómodo y con unas vistas de vértigo. ¿Se te ocurre alguna alternativa mejor?
La ciudad de Taormina tiene uno de los teatros greco-romanos mejor conservados de toda Sicilia. Esta antiquísima villa de calles estrechas esculpida en la montaña es una de las más turísticas y concurridas de la isla. Así que, si ya has probado las delicias slowfood de la hosteria Tischi Toschi, visitado la catedral y visto a mucha gente con cámara, cógete el teleférico al Lido La Pigna. Nada más bajar encontrarás este arenal que forma una preciosa ensenada. A pesar de que gran parte de la playa está cubierta por hamacas de pago –la mayor parte de las playas italianas tienen grandes partes gestionadas de manera privada – hay hueco para tu toalla. Y si te sientes generoso –vale unos 50€ un paseo de hora y media– puedes hacerte un tour en barco por la Isola Bella, una pequeña península de arena blanca y aguas turquesas contigua.
En nuestro #HotelRecomendado de la semana pasada, Taormina Metropole****, un verdadero oasis con vistas comparables al mismísimo teleférico.
Si lo tuyo son los veranos templados y muy atlánticos, las escarpadas costas de Madeira son una excelente opción. Este conecta la pequeña localidad de Caniço, al este de Funchal con la playa de Garajau, una ensenada idónea no sólo para pasar unos bonitos días de sol y playa –entre muchas nubes, eso seguro – sino para iniciarte en el arte del buceo. Hay una escuela en la playa. En la parte alta encontrarás una ingente oferta de barecitos y restaurantes plagados de delicias locales. Dicen que la vista durante la puesta de sol es imponente, así que ya sabes cuándo volver.
P.D.: Madeira es perfecta para los amantes del deporte de riesgo y aquí te lo recordamos.
En Dom Pedro de Garajau ***, confortable, moderno y con una piscina infinita desde a la que asomarte al balcón.
Y seguimos en el Atlántico, pero el del otro lado del charco. Nos vamos a Brasil, al estado de Santa Catarina. Aquí se encuentra el parque Unipraiais de Camboriu: un gran enclave turístico donde rascacielos de proporciones colosales conviven con gigantes zonas verdes. La playa a la que se desciende desde la ladera de la montaña forma una larga y recogida bahía y es muy ancha, para que no sufras con los problemas de masificación. Durante la bajada, impresiona bastante el tamaño la escala de los edificios. ¡Si visitas Florianápolis, no dudes en desviarte un poco de la ruta!
San Marino Cassino Hotel ****, asequible y en pleno meollo del balneario. Además de a un paso de la playa de la Taquarinhas.
Sentosa significa en malayo paz y eso es precisamente lo que todos necesitamos en esos días de asueto estival. Esta pequeña isla de Singapur es uno de los lugares preferidos por los turistas locales para divertirse –tiene su propio Café del Mar, semejante a su primo de Ibiza–. Súbete en la telecabina en HarbourFront y escoge playa como lo haría un autóctono: Salojo, la más joven, es ideal si buscas ambiente y diversión; Palawan, para broncearte e ir de compras; y Tanjong, donde desconectar del mundanal ruido. Como peculiaridad, hay que seńalar que sus tres arenales son artificiales, por lo que no hay demasiadas olas, pero sí mucho espacio para realizar juegos y deportes. ¿Quién no se divierte en un parque temático?
Resorts World Sentosa Michael *****, mejor que Rancho Relaxo, aquel complejo al que Marge Simpson escapaba para descansar. Suites con todo tipo de lujos para darte ese capricho que te merece