En los últimos años ha surgido una nueva tendencia, reconvertir antiguas prisiones en hoteles donde los huéspedes están dispuestos a pagar por la experiencia de pasar las noches entre rejas.
El Hostal Ottawa Jail se encuentra en Ottawa, Canadá.
La prisión de estilo victoriano se construyó en el año 1862 y se cerró 110 años más tarde.
La prisión fue remodelada, se convirtió en un hostal y las celdas pasaron a ser las habitaciones, se pueden pueden acomodar grupos, hay celdas dobles y e incluso el Cuarto del Vigilante si se necesita alojamiento más espacioso.
El «Hotel-Cárcel» tiene pequeño museo llamado Carleton County Gaol Heritage Centre en la octava planta, que no ha sido renovada, y que ofrece tours que cuentan la historia de la prisión y las leyendas que aseguran que la éste es un lugar encantado.
El hostal pretende que sus «huespedes-presos» disfruten de su estancia, y ponen a su disposición una cocina comunitaria con frigoríficos, la antigua capilla ahora es un rincón recreativo con consolas, Tv, juegos de mesa y ordenadores con internet.
Sin duda el dicho -«Acabar con los huesos en la cárcel» puede adquirir otro significado.
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