Japón es un país que hay que visitar al menos una vez en la vida, repleto de incontables maravillas por descubrir; un país diferente y sorprendente a partes iguales. No es prácticamente hasta finales del siglo XIX cuando Japón se abre al resto del mundo a nivel político, económico y por supuesto, turístico. Sus costumbres y tradiciones se mantienen vivas, al tiempo que se ha convertido en una potencia líder en tecnología e innovación.
Es una idea extendida que viajar a Japón, al estar en el otro lado del mundo, es casi inaccesible, pero ¡nada más lejos de la realidad! Es más, se pueden encontrar vuelos mucho más baratos a ciudades como Tokio u Osaka que a ciudades del continente americano.
El tema del alojamiento también te sorprenderá, pues el precio medio de los hoteles es el mismo que hay en España. Por ejemplo, el Hotel Elsereine Osaka, cuenta con servicios excelentes y su precio no deja de ser el mismo que tendría aquí cualquier hotel de características similares.
Si quieres organizar un viaje económico a Japón, te proponemos que vueles a Osaka, el aeropuerto de entrada para muchas aerolíneas internacionales. Una vez aterrices, lo primero que te sorprenderá es el orden que rige en la ciudad y en todo el país, incluso en el propio aeropuerto. Impresiona ese respeto y organización absoluta en cualquier rincón. ¿Sabías que el aeropuerto de Osaka no ha perdido ni una sola maleta en más de 50 años operando? Este es solo un ejemplo de lo bien que funciona el país y de todo lo que verás y te sorprenderá en tu visita a Japón.
Después, entre otros lugares, recomendamos explorar la región de Kansai (la tradicional Kioto y Nara, con su Buda gigante como principales atractivos) o visitar la capital del país, Tokio, cogiendo un asequible vuelo interno o el tren bala (shinkansen). Es una experiencia impresionante y creerás que vas en un transbordador espacial.
No necesitarás más que pasear por Osaka para sentirte en otro mundo. Osaka es conocida como “la despensa de Japón” y no solo por ser un histórico puerto de entrada al país, sino porque es una ciudad muy conocida por su gastronomía. No hay más que caminar por sus barrios para darse cuenta de ello; en especial el siempre bullicioso barrio de Dotonbori. Aquí, podremos encontrar todo tipo de bares ¡toda una experiencia culinaria!
Pide la carta y anímate a probar cualquier cosa del menú, te garantizamos que estará delicioso. Un plato con el que difícilmente fallarás es el ramen, un caldo con fideos, carne y verdura absolutamente exquisito. No te sorprendas si escuchas a algún otro comensal local absorbiendo el caldo, es señal de que les está gustando. También podrás degustar el okonomiyaki y el takoyaki.
Desde Osaka, podemos coger el tren bala y en 20 minutos llegarás a la antigua y bellísima ciudad de Kioto. Ciudad milenaria con miles de templos y santuarios. Si tienes suerte podrás ver alguna maiko (aprendiz de geisha) paseando por el barrio de Gion.
No te lo pienses más, Japón te está esperando para cautivar tu corazón. Prepara tu viaje con nosotros y disfruta de esta milenaria cultura.
También te llamará la atención la diferencia entre modernidad y tradición. Los japoneses siempre han tenido un gusto arquitectónico delicioso, basado en su forma de ver y sentir la vida. De ahí que todas sus construcciones, antiguas y modernas, son delicadas y armoniosas con la naturaleza y, por consiguiente, con el espíritu humano. Transmiten una espiritualidad gigante que seguro te llenará y dará mucha paz interior.
Durante tu viaje, podrás apreciar la convivencia de las dos creencias mayoritarias en el país. Por un lado, el sintoísmo, la religión autóctona de Japón o lo que es lo mismo, la veneración a la naturaleza y ciertos sitios sagrados. Por otro, el budismo.